SÁBADO, 29 DE OCTUBRE

Salimos del refugio L´Abérouat  antes del amanecer con dirección al Pico Anie. Atravesamos el bosque Breca d´Azun, pasamos por las cabañas Ardinet y Cap de la Baigt, bordeamos el Lac del Anie y ascendimos por el Col des Anies hasta la cumbre. Esta es la ruta que se siguió en general, pues algunos compañeros ascendieron por otro camino que marcaba el track y que les permitía hacer una ruta circular. En ambos casos llegamos fácilmente a la cima alrededor de las once de la mañana, aunque la niebla nos impidió disfrutar tranquilamente de las maravillosas vistas que hay desde ese lugar.

Datos técnicos.

Perfil:

Ascensión acumulada: 1.381 m

Distancia recorrida: 18.47 Km

Pero además, la ascensión a este pico tenía connotaciones especiales para algunos de nosotros. Para unos era la primera vez que estaban en el Valle de Aspe en general y en el Anie en particular. Otros habían intentado el ascenso en ocasiones anteriores y no había sido posible.

Para mí el Aníe es muy especial pues es el primer pico que ascendí en Pirineo, hace ya unos años. Recuerdo que me costó mucho la ascensión y, cuando llegué a la cima, vi al que ahora es mi amigo Pedro, sentado tranquilamente comiendo un huevo duro y un tomate con sal y aceite. Debió ser tan evidente el asombro que me causó que me llamó y me ofreció la mitad del manjar.

De aquella subida yo no recordaba el camino, que lo pasé intentando alcanzar a Pepe (evidentemente quedó en intento), ni las vistas de la cima, pero recuerdo perfectamente la agotadora llegada a la cumbre, ver a Pedro y pensar... ¿Pero cómo ha llegado aquí tan rápido? ¿cómo se le ha ocurrido subir este tipo de comida?, ¡si lo ha tenido que traer de Madrid! ¡Y no se ha estropeado!. ¡Yo agotada y este hombre parece tan fresco como el tomate que se está comiendo!.

En ese momento acepté el ofrecimiento encantada, sorprendida y sin preguntar, pero se me quedó grabado. Así, con el paso del tiempo se me ocurrió volver a plantear la salida en Pegaso para, con un poco de suerte, repetir la escena pero con los actores cambiados. Pues yo esperaba subir más rápido y esperar a Pedro con el mismo manjar y una buena sonrisa. Lo intentamos el año pasado, pero una buena ventisca, agua y nieve no nos permitió avanzar más allá de la Cabaña de Ardinet.

Así las cosas, se volvió a plantear la subida al Anie para este año, en mejor época para facilitarla y esta vez lo conseguimos. Y cuando llego a la cima, ahora mucho más fresca, volví a encontrar a Pedro que había vuelto a subir antes que yo, aunque no me sorprendí pues ya sé que se encuentra en muy en forma.

Como hacía bastante fresco y la niebla impedía que viéramos algo desde la cumbre bajamos rápido hasta el Col des Anie, todos por el mismo camino de vuelta. Nos dedicamos un gran abrazo en la cima y el tomate tuvo que esperar...

Una vez en el collado casi todos subimos los otros dos picos que se plantearon, el Soum Couy, tan fácil como esperábamos y el Contundé, desde el que pudimos ver unas vistas impresionantes y hacer unas fotos de vértigo.

DOMINGO, 30 DE OCTUBRE

La ruta parte del parking de Anapia y transcurre en sus inicios por un camino bien marcado que lleva al Lac de Lhurs. Desde ahí, el grueso del grupo intentamos el ascenso por un una ladera pero, al no ver fácil la continuación, tuvimos que bajar por un canchal hasta coger el camino que habían seguido los dos compañeros que sí consultaron el mapa. Así, llegamos en primer lugar a la tabla de la mesa y un poco más tarde a la Mesa de los Tres reyes.

Tras la dura subida, una bajada tranquila hasta el collado donde paramos para descansar un poco y comer algo. Esta vez sí hubo tomate y otra vez me lo ofreció Pedro después de volver a llegar antes que yo.

Datos técnicos de la ascensión:

Perfil:

Ascensión acumulada (despiste incluido): 1.724 m

Distancia recorrida: 20,71 Km

Tiempo invertido: 9 h 15´

Aquellos compañeros que escogieron a la primera el buen camino para la ascensión a la Mesa, más un par de montañeros más, alargaron la jornada ascendiendo Peña blanca y bajando por el Valle de Anayé dirección noreste, pasando por el camino hacia Cailors de Anayé y Park Sanchese hasta la pista que llega al parking de Anapia.

LUNES, 31 DE OCTUBRE

El lunes subimos el pequeño de los dos Billarés. Para llegar a su cumbre pasamos por una entretenida cresta que gustó a todos y que nos permitió llegar tanto a la parte occidental como a la oriental de este pequeño Billaré.

Tres de nosotros íbamos un poco retrasados, de modo que cuando llegamos a la cumbre, el grueso del grupo ya habían comenzado el descenso del pico.

Datos técnicos:

Perfil:

Ascensión acumulada (despiste incluido): 1.267 m

Distancia recorrida: 11,61 Km

Tiempo invertido: 6 h 35´

Al igual que en los días anteriores, hubo un grupo de compañeros que, tras llegar a la cumbre del Billaré, continuaron la marcha por la cresta hacia el Pic de Lhurs, aunque no lograron ascenderlo por la dificultad que entrañaba. Tras el intento, continuaron por la Portilla (2.330 m) y volvieron por el mismo camino pasando por el Collado (2.180 m) y el Cailors de Anayé desde donde cogieron el camino que les llevó al refugio.

MARTES, 01 DE NOVIEMBRE

El martes amaneció lloviendo con ganas por lo que aquellos que iban a intentar la ascensión al pico Aspe tuvieron que desistir. Así, el grupo al completo dejamos el refugio y fuimos a Lescum, donde compramos queso en la venta Moreno, que los hace artesanalmente. De ahí iniciamos el regreso a Madrid, no sin antes hacer una paradita en el outlet que la tienda Barrabés tiene en Huesca.

Reflexiones tras el puente

El fin de semana se prometía lluvioso y con mal tiempo y nos sorprendimos muy gratamente cuando levantó la niebla el sábado y salió el sol hasta el martes. Esto nos permitió disfrutar de unas vistas increíbles, de los bosques por los que pasamos, hacer fotos para el recuerdo y subir todas las montañas que teníamos planificadas.

Aunque esto relatado es mucho, hubo bastante más que creo merece la pena comentar. El refugio está fenomenal, muy bien comunicado y con comodidades. La comida fue abundante, muy sabrosa que incluso tuvo su ovación cuando probamos el postre del lunes, chocolate caliente con plátano, ¡qué bueno!, algunos incluso repetimos!. Y lo mejor, las sobremesas de las cenas con la guitarra de Fernando, las coplas de Jesús y el coro que hacíamos el resto. Qué buena idea llevarse la guitarra y qué suerte que pudimos disfrutar de todo esto con un ambiente sin parangón.