Día 17. Grupo I, distancia: 20 km. subida: 1.500 m, bajada: 1.500 m. El primer grupo de dos personas, sale camino del Besiberri Sur a las 6:15 de la mañana.
Relata de Antonio: Como el día anterior el responsable de la actividad nos había dicho que había riesgo de avalancha de fusión por la zona por la que íbamos a pasar, y que había que pasar por esa zona antes de que ese riesgo aumentara decidimos salir a las 6 de la mañana del refugio Conangles. Así que iluminados con nuestros frontales iniciamos el camino siguiendo una pista y posteriormente un camino muy bien señalizado.
Subimos por el barranco Besiberri, donde la nieve a esas horas está dura y hace que nos pongamos los crampones y saquemos el piolet, iniciamos la subida y llegamos al estany de Besiberri, donde vemos amanecer, y parece un paisaje de cuento, las montañas nevadas, el lago, el refugio Besiberri al fondo a la izquierda…. Tenemos que parar para hacer las fotos de rigor, y admirar y disfrutar la espectacular belleza del paisaje que nos rodea.
Como no tenemos mucho tiempo decidimos apretar el paso y atravesar lo más rápido posible la planicie, para llegar enfrente del refugio, y comenzar el ascenso por una pala que nos lleve a divisar el Pas de Trescazes, donde ascenderemos para llegar al collado. La pala por la que ascendemos está en buen estado a esa hora de la mañana, y nos permite llegar al collado rápidamente.
La subida al Besiberri Sur, está en una condición mixta, es decir, hay que ir con los crampones trepando por nieve y roca, así que con mucha precaución llegamos a la cumbre y podemos disfrutar del paisaje y de las vistas que impresionan desde sus 3.024 m, ya que el buen tiempo y la visibilidad son excelentes. Vemos la arista que lleva al pico Comaloformo, y hace que un escalofrío nos recorra el cuerpo, la dificultad de la arista es muy alta, y parece imposible de realizar dado nuestro nivel técnico, así que nos dirigimos al Pico de Abellers (2.982m) que tiene una subida muy fácil, pero una vez en la cumbre permite ver a los tres Besiberris de frente….y apreciar la belleza de estos picos, y del paisaje en general.
Fotografía: Antonio Pajares
Iniciamos con rapidez el descenso y pasamos el Pas de Trescazes, la pala ya no está en buenas condiciones, y nuestro paso genera que trozos de nieve empiecen a caer, y que la placa formada amenaza el romperse, nos separamos y bajamos de espaldas, para evitar romper la placa, y extremamos las precauciones.
Llegamos enfrente del refugio pero no bajamos por donde subimos, vemos las antiguas avalanchas que hay, y decidimos rodear, y evitar la zona más peligrosa, ya que a esa hora hay que extremar las precauciones.
Llegamos sin novedades al barranco Besiberri y volvemos a pasar por el impresionante lago helado, bajamos, y una vez que llegamos a la pista ya no tenemos prisa, y podemos relajarnos y disfrutar de un paseo muy agradable, hacia el refugio Conangles, donde disfrutamos de la terraza y de unas cervezas.”
Grupo II, distancia: 18,5 km. subida: 1.100 m. bajada: 1.700 (subiendo ambos picos). El resto, dieciséis participantes, desayunamos a las siete de la mañana y desde el mismo refugio comenzamos a caminar. Una corta vereda nos lleva hasta la pista marcada como GR11, en dirección N. El día es espectacular. Las escasas nubes mañaneras desaparecen completamente a lo largo del día.
A la altura del Prat de Conangllos comenzamos a subir levemente y nos encontramos una primera bifurcación, marcada hacia la derecha como Port de Rius, y a la izquierda como Port de Vielha.
Tomamos el desvío de la izquierda, continuando por la pista aproximadamente un kilómetro más, y en el siguiente desvío tomamos el ramal GR211.5, esta vez hacia la derecha. Se trata de una ladera bastante empinada con restos evidentes de un gran alud, cosa que nos da una cierta tranquilidad, al constatar que la zona está relativamente descargada de nieve.
El sol comienza a tocar las montañas que vemos sobre nosotros y nos apresuramos por el GR, salvando doscientos metros de desnivel en apenas medio kilómetro. Llegados al Plan dera Espona (2.000 m aprox.) los que no se habían puesto los crampones se los calzan (salvo alguna excepción), y comenzamos el ascenso en dirección N, ya por nieve, por una canal con una pendiente de un 20 a 30% de inclinación bastante sencilla y con nieve en buen estado. Pasada la canal se abre un llano que nos permite disfrutar de las vistas espectaculares de las montañas nevadas en una visual de 360º. En los Marrades de la Girbosa (2.200 m), cuando el camino gira hacia la derecha bruscamente, uno de los participantes decide ascender un pico cercano, el Tuc dera Pala deth Port (2.554 m).
El resto de participantes seguidos por el último compañero (una vez finalizada su ascensión en solitario), y siempre con el Tuc deth Port de Vielha (2.605 m), salvamos los últimos metros de desnivel que nos conducen en dirección E hasta el Port de Vielha (2.446 m)
Todos subimos al Tuc deth Port de Vielha (2.605 m), donde coincidimos con unos esquiadores. De vuelta al Port, varios participantes realizamos la ascensión al Tuc de Montanero (2.578 m), que nos lleva apenas media hora, mientras el resto aprovecha para comer e incluso sestear al sol.
Desde aquí continuamos camino, ya todo de bajada, en dirección a Vielha. Aproximadamente a 2.000 m dejamos de pisar nieve, y al llegar a la Cabaña deth Pontet (1.690 m) enlazamos con la pista que transcurre junto a la carretera N230. Entre ruidos de coches caminamos los últimos kilómetros, parándonos a observar un respiradero de la presa que parece un géyser. Llegando a la plaza de Vielha (977 m), donde consumimos unas cervezas o refrescos tranquilamente mientras acordamos un servicio de taxi que lleve a los conductores a recoger los coches para transportar a los participantes hasta el refugio.
Durante la gestión nos informamos de que el grupo que subía a Besiberri Sud ha cumplido su objetivo y está en el refugio desde las 17:00h., sano y salvo.
También averiguamos las buenas noticias: la pista que sube hasta los Banhs de Tredós está completamente limpia hasta los mismos Banhs.
Nos trasladamos al refugio donde, a las ocho, nos sirven una rica cena compuesta de macarrones, ensalada, pollo asado y yogur.
Algunos devoran, pues el día de mañana se prevé duro.
Día 18. Distancia: 17,2 km. subida: 1700m. bajada: 600m.(subida al Tuc de Sendrosa incluida, no Tuc de Ratera). Desayunamos a las seis de la mañana. Cogemos las mochilas y nos dirigimos en coche hacia los Banhs de Tredós.
Una amenazadora señal (que demasiado tarde descubrimos que poca gente respeta), nos disuade de continuar hasta los Banhs. Dejamos los coches en el restaurante, iniciando allí nuestra jornada, caminando por la carretera 2,6 km.
Llegados a los Banhs comienza la nieve. Iniciamos el ascenso por la pista. De nuevo el día está claro y promete calor de manga corta incluso.
Llegados al Pont dera Montanheta (1.800 m) nos desviamos hacia la izquierda, iniciando el ascenso por el bosque, primero suave y después más intenso, hasta la Pletá de Barbera (2.150 m aprox.) donde en una gran roca hacemos una breve parada. Nos quedan los últimos metros hasta el Coth de Sendrosa (2.451 m) y afortunadamente para nosotros, los completamos en sombra.
En el collado hace viento. Once participantes optamos por desprendernos temporalmente de nuestras pesadas mochilas para ascender el Tuc de Sendrosa (2.702 m).
El resto de los compañeros espera durante un rato y después se adelantan en dirección al refugio de Saboredo (2.299 m).
Cuando estamos de nuevo en el collado nos comunican por radio que han llegado al refugio y que nos esperan allí.
Subimos unos metros para seguir su huella, evitando el camino que sale directo del collado y también la cornisa que cuelga por encima de él.
En poco tiempo bajamos al refugio y nos encontramos con nuestros compañeros, a los que nos unimos para comer.
Frente a nosotros una subida progresiva de trescientos metros hasta el Port de Ratera (2.594 m.).
Es relativamente temprano y ocho participantes que no han tenido bastante acometen la subida al Pic de Ratera (2.862 m), mientras el resto bajamos hacia el refugio.
Seis participantes tomamos el atajo del sendero de Carros de Foc que nos lleva en poco tiempo al Refugi d’Amitges (2.366 m), donde esperamos ver aparecer en cualquier momento a los otros cuatro participantes que bajaban por delante y que habían tomado el GR11 por el valle.
Fotografía: Isabel Olmos
Prácticamente a las siete de la tarde, la hora de la cena, aparecen todos juntos (picacheros y valleros), por el mismo sitio. Parece que se habían equivocado y desanduvieron el camino, encontrándose con los otros ocho compañeros que bajaban del pico.
De nuevo macarrones, y de segundo butifarra. Muy bien cocinadas.
Consultamos las rutas previstas para el día siguiente con Valentín, el guarda del refugio, y entre él y uno de los jóvenes que trabajan con él, nos hacen decidirnos por una ruta fácil técnicamente, aunque muy larga, y una ruta algo más corta, pero con una componente técnica a tener en cuenta.
Últimos wassaps, pues el refugio dispone de wifi abierta, y a la cama. El día de mañana será muy largo.
Día 19. Desayuno a las seis y media. De nuevo dos grupos que realizarán por separado la primera parte del recorrido, pero que coincidirán a partir del Gran Tuc de Colomers.
Grupo I. Distancia: 14,2 km. subida: 1.200 m bajada: 1.300m. Comenzamos desandando el camino en dirección al Port de Ratera, pero al llegar a la altura del Estany del Port de Ratera, nos desviamos a la izquierda, subiendo por una canal al principio tendida pero en sus metros finales con una pendiente de un 40% aproximadamente, con nieve muy dura. El viento azota cuando llegamos al collado (2.741 m) junto al Gran Tuc de Crabes (2.791 m), que el participante más rápido asciende mientras espera a que terminemos de subir todos al collado.
Apenas unos metros más abajo, el viento es mucho menor. Comemos algo muy breve y continuamos en dirección hacia el Tuc del Bergús (2.843 m), que alcanzamos con bastante facilidad. Descendemos aproximadamente a 2.600 m y faldeamos en ligero ascenso y en dirección O, hasta alcanzar aproximadamente la altura de 2.750 m En este punto contactamos por radio con nuestros compañeros del otro grupo, que ya divisan el collado.
Desde este punto y en apenas quinientos metros de distancia, subimos hasta el collado que se ve cerquísima, alcanzando la cota de 2.900 m.
Cuatro participantes ascienden sin mayor dificultad el Gran Tuc de Colomers (2.843 m) desde el que disfrutamos de vistas al Circ de Colomers y los valles de Colomers y Contraix, mientras los otros dos, uno de ellos con molestias en la rodilla, nos esperan un poco adelantados, finalizada la parte más pendiente de la bajada.
Un pequeño refrigerio y continuamos andando, prácticamente en llano, hacia el Estany de Contraix (2.576 m), desde donde retomamos el camino marcado como Carros de Foc, y comenzamos nuestra subida hacia el Collet de Contraix(2.749 m).
Nuestros compañeros del otro grupo nos informan de que han parado a comer antes de llegar al collado del Gran Tuc, y a ponerse los crampones.
Cuando llegamos al Collet, dos participantes continúan el camino sin parar hacia el refugio según lo previsto.
Los otros cuatro decidimos comer allí para mantener el contacto por radio con el grupo que queda atrás.
Mientras estamos dando cuenta de nuestras viandas, comenzamos a ver a nuestros compañeros alcanzando el collado junto al Gran Tuc de Colomers, e iniciando el descenso de seguido.
De pronto se oye un grito y echamos mano de la radio para averiguar lo que ha ocurrido. Tras unos minutos nuestros compañeros nos informan de que una de las participantes se ha hecho daño en la rodilla y no puede andar, por lo que es necesario avisar a un helicóptero. Nos informan de que no tienen cobertura, así que nosotros nos ponemos en contacto con emergencias y en pocos minutos un helicóptero se presenta en busca de la accidentada.
Uno de nosotros se adelanta para avisar a los dos compañeros que habían continuado caminando de lo ocurrido y para avisar en el refugio de que es posible que lleguemos tarde.
Se quedan con la persona accidentada para ayudar cuatro personas y su compañero, que inusualmente también es evacuado, mientras que el resto del grupo continúa el camino para evitar que se haga tarde.
Finaliza la evacuación y el grupo de cuatro personas restante nos informa de que empiezan a bajar.
Esperamos al grupo intermedio mientras observamos a lo lejos en todo momento el progreso rapidísimo de los cuatro compañeros que quedan en cola.
Divididos en subgrupos, y sin más incidentes, vamos bajando por las palas de nieve que nos llevan hacia el Estany de Colieto (2.190 m), y comenzamos a subir los últimos escasos treinta metros que se convierten en los más pesados hasta el refugio de Ventosa i Calvell (2215m.)
Fotografía: Luis Isaías González
Nuestros compañeros ya han informado del retraso y, muy amablemente los guardas nos permiten contactar por teléfono con la accidentada, que nos informa de que, a pesar de no poder caminar, parece que la cosa no es grave y se recuperará pronto. Decide esperarnos en Vielha, y volver con nosotros en el coche en el que vino.
Grupo II. distancia: 15 km. subida: 1.200 m. bajada: 1.300 m.
Relata de Arturo: “La marcha comenzó descendiendo por el sendero que se dirige al Lago de San Mauricio, pero a los 15 minutos lo abandonamos para tomar un desvío que nos dirigió al GR que baja directamente del puerto de Ratera. Continuamos por el GR hasta tomar el camino que conduce al mirador donde pudimos contemplar el Lago de San Mauricio en pleno proceso de deshielo. Desde el mirador continuamos hasta la pista que se dirige al Portarró de Espot, pista que como todos los senderos, estaba completamente cubierta por la nieve aunque con una huella bastante marcada. La pista asciende de forma progresiva por un valle amplio hasta que alcanza el Portarró, amplio collado desde el que se puede ver el comienzo del Circo de Colomers con el Estany Llong en el fondo.
Desde el Portarró inciamos una travesía sobre una ladera con nieve helada, que obligó a usar los crampones y a progresar con grandes precauciones hasta alcanzar el desague del Estany del Bergús. En ese punto descansamos y nos quitamos los crampones, ya que la nieve se había vuelto completamente blanda. Retomamos la ascensión, esta vez bastante pendiente hasta alcanzar la cuerda y encontrarnos con la huella del grupo que nos había precedido. Justo debajo del Pico Colomer comimos para recuperar las fuerzas y despues subimos el último repecho para alcanzar el pequeño collado que se encuentra a unos escasos 100m de la cima.
Nada mas iniciado el descenso, Cristina tuvo la mala fortuna de pisar un hueco oculto en la nieve, lesionándose los ligamentos de una rodilla. Después de comprobar que era incapaz de continuar el camino ni siquiera con ayuda, se tomó la decisión de avisar al servicio de emergencia (112). Desgraciadamente en el collado no había cobertura, pero gracias a las emisoras pudimos contactar con el grupo adelantado que sí que pudo llamar a los servicios de emergencia para pedir un helicóptero.
Fotografía: Víctor Sánchez
El helicóptero llegó en alrededor de 40 minutos (desde el principio del incidente), inmovilizaron la pierna de Cristina con una férula y la introdujeron en el helicóptero junto con un acompañante. Nos habíamos quedado cinco personas con Cristina. Un compañero se fue con ella y los cuatro restantes continuamos el camino bajando hasta el Estany de Contraix para despues subir el collado del mismo nombre.
Desde ese punto solo quedaba descender por todo el valle hasta el Estany de Colieto, donde el sendero girá a la izquierda para llegar al refugio de Ventosa i Calvell a las siete de la tarde, justo en el momento en que se iniciaba la cena.”
De nuevo cenamos ¿adivina qué?: ¡¡macarrones!!, de segundo conejo, y cuajada de postre. Breve período para la digestión y a la cama.
Día 20. distancia: 11,5 km. subida: 450 m. bajada: 850 m.
La previsión meteorológica no es muy buena, pero tampoco la peor: nublado por la mañana, chubascos a partir de la tarde. Somos afortunados, pues al salir del refugio nieva muy levemente y a lo largo del día mejora, permitiéndonos llegar a los coches relativamente secos.
Uno de los participantes decide ponerse las raquetas nada más salir del refugio y muchos compañeros le imitan. Cuando empieza el ascenso hacia el Port de Caldes (2.572 m), poco a poco casi todos se las van quitando.
Entre niebla y sin ninguna visibilidad alcanzamos el Port con bastante rapidez. Desde allí comenzamos el descenso en dirección E, siguiendo el track del sendero Carros de Foc que coincide en esta zona con el GR11.18, y que nos lleva hasta el Estanh Major de Colomers y el imponente refugio al que también da nombre. En la bajada una de las participantes que había mantenido las raquetas puestas, sufre una pequeña caída y se lesiona la rodilla, pero puede continuar caminando.
Las nubes están abriendo y nos permiten a ratos admirar el paisaje.
Habiendo parado brevemente a picotear algo junto a una gran roca muy cerca del Refugio de Colomers (2.138 m), nos saltamos el refugio ansiosos por llegar a los coches y cuanto antes a Madrid. Queda un largo viaje.
Pasamos por encima de la presa y en bajada a través del bosque, llegamos pronto a la pista, que seguimos pasando por el Pont dera Montanheta, lugar donde comenzó hace tres días nuestra aventura, y admirando la bella forma del Tuc de Sendrosa, nuestro primer reto en la travesía.
Nos reunimos en los Banhs de Tredós, y mientras algunos esperan, otros continúan andando para ir a recoger los coches.
Acordamos comer en Vielha, pero, al no haber sitio para todos, comemos separados.
Unos más pronto que otros vamos llegando a Madrid, agradeciendo la suerte que hemos tenido con el tiempo y que nos ha permitido grabar en nuestras cámaras y memorias, paisajes de cuento.
Esther P.
