DIAS 26 Y 27 de marzo / MADRID - MARRAKECH

Salida de referencia: 06.25 h.  Aeropuerto de Barajas Vuelo 7752

Llegada: 07.35 h. Aeropuerto.

Cena en Hotel.

Alojamiento MP en Marrakech ***

Expedición de ida formada por: Juan Trías Martínez, Javier Nieto Rueda, José Luis Sanz Zapata, Antonio Luis Marco Burgos, Mercedes Pérez Preciados, Yemira Benito Estebanez y Juan José Peláez Martín (ellos dos vuelan el día anterior).

En el aeropuerto de Madrid-Barajas coincidimos en el mismo vuelo con Mariano Cristóbal, Mariano Cristóbal hijo, Carlos Sanz y Ángel. Ellos también iban a estar en el Atlas por cuenta propia. 

Antes de facturar las maletas Javier y Mercedes, procedieron al envoltorio de las mismas gracias a la cinta transparente que Javier había comprado y que tan amablemente cedió para envolver y proteger las maletas un poco más de las manos amantes de lo ajeno.

El control de salida del aeropuerto de Madrid-Barajas se nos dio un poco mal, ya que a Juan le requisaron de la bolsa de mano (macuto de ataque) 4 mosquetones de seguridad de alta gama. Por más que intentamos convencer al agente de control no hubo manera, ya que alegó que se podían usar como puños americanos.

A mí me hicieron pagar exceso de equipaje, por 5 kg tuve que pagar 100€ (20€ por Kg.).

El viaje en el avión de la compañía Ryanair fue accidentado: en primer lugar nos bajaron los macutos, que estaban considerados como equipajes de mano a las bodegas del avión, alegando que no respetaban las medidas. Nos preocupó por si con los golpes o enganchones nos rompían los cierres y los broches de las mochilas.

Más incidentes en el vuelo: las azafatas no nos dejaron hacer fotos dentro del avión, constantemente las azafatas paseaban por el pasillo vendiendo café, productos para comer e incluso como broche final, ya a punto de aterrizar en Marrakech se pusieron a vender unos boletos para participar en el sorteo de un coche de alta gama. ¡Qué sociedad más llena de consumismo!

Cuando aterrizamos en Marrakech, nos recogió el hermano de Meeki y nos llevó a los cinco en furgoneta hasta el Hotel. Observamos novedades durante el recorrido hasta el Hotel. Habían implantado semáforos en los cruces, pero el “caos ordenado” seguía patente en la circulación.

La llegada al Hotel Al-Kabir fue de lo más tranquila. Dejamos los macutos y los bártulos y nos reunimos con los amigos del Grupo de Montaña Vallisoletano: Yemira y Juanjo (Mus). Ellos habían llegado con un día de antelación y ya se conocían de la Ceca a la Meca la ciudad de Marrakech y el Zoco.

Nos dispusimos a desayunar en el salón del Hotel y acto seguido salimos los siete disparados a visitar el Zoco para hacer turismo. Cayeron algunas compritas en los puestos. En la hora de la comida, fuimos al restaurante Oskar en el que estuvimos hace dos años y por la tarde, algunos se fueron a dormir la siesta y otros decidimos seguir haciendo turismo. Fuimos a una pastelería de la calle Príncipe Moulay cerca del referido restaurante y disfrutamos de exquisitos postres árabes junto con té moruno.

Hizo mucho calor durante todo el día y tocó aliviar ropa y usar una gorrita para protegerse del sol.

Por la tarde más compras y pronto regresamos a las habitaciones para preparar los macutos. Tocaba madrugar al día siguiente y viajar a Imlil, primera etapa del viaje. Cenamos Taijin en el hotel.

Como anécdotas, a mí se me había olvidado coger la batería y el cable de la cámara de fotos, por fortuna pude comprarlos en Marrakech.

 DIA 27 de marzo / MARRAKECH – IMLIL – Ref. LEPINEY

Salida 08.00 h hacia el pueblo de Imlil (2.000 m). Sobre las 10.30 h. ascensión hasta el Ref. Lepiney  tb. Tazaghar (3.000 m) donde llegaremos 5 ó 6 horas después tras contemplar las vistas de éste espectacular valle y su poblado bereber. Comida en el Cdo. o Tizi-n-Aquelzim. Alojamiento en PC.

Nos despertamos ya con los macutos preparados. En el viaje hacia Imlil ya estábamos los siete, a mí se me hizo un poco pesado y largo el viaje.

Cuando llegamos a Imlil realizamos los últimos preparativos (crema solar, gafas, despliegue de bastones, etc…) Nos reencontramos con nuestro guía Mohamed y conocimos al cocinero Hassam. Mohamed seguía igual que hace dos años.

Imlil, debido a su tradición montañera por ser el punto de partida hacia la cumbre del Toubkal, se ha convertido en una especie de gran pueblo al pie de las montañas con multitud de puestos donde venden material de alpinismo; todavía recuerdo unos crampones de correa que vislumbré mientras salíamos caminando del pueblo. Pero aun así sigue siendo un pueblo bereber, donde las calles no son más que caminos de la montaña entre árboles, fincas y torrentes de agua.

En Imlil los guías de los grupos de viajeros ultiman los detalles de las expediciones, proveyéndose de mulas, arrieros, cocineros y de bártulos.

 Hacía el Tizi-n-Aquelzim
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Al partir del pueblo de Imlil nos alejábamos de los últimos resquicios de civilización conocida, de ahora en adelante habría que vivir al más puro estilo montañero, lleno de austeridad y de sacrificios, pero con muchas recompensas.

La aproximación al refugio de Tazaghârt se lleva a cabo desde Imlil (1.740m).

El viaje por el valle de las sabinas era tal cual como lo recordaba, el olor característico a “meada de gato” que alguna planta desprendía, esa danza que tan bien saben bailar las sabinas al son del fuerte viento, y nada más y nada menos, que sabinas milenarias era lo que contemplaban nuestros ojos. En uno de los momentos Pepe se abrazó al tronco de una de las sabinas que se encontraba pegada al paso de la senda, según él era para que le transmitiera tranquilidad y relajación.

En la parada de la comida al lado del río disfrutamos de un sabroso picnic. Al término del mismo todos nosotros nos quedamos sorprendidos al ver que uno a uno nuestros acompañantes marroquíes, Mohammed, Hassam y el resto de los porteadores, se fueron dispersando y desapareciendo ante nuestros ojos. Se trataba de uno de sus rezos diarios.

Ya en el último tramo a la llegada al Refugio algunos porteadores iban acelerados y caminaban muy deprisa. Todo para alertar de nuestra llegada al guarda del refugio, a pesar de que lo teníamos reservado.

El camino se eleva ligeramente por una pequeña espalda y seguidamente en travesía por las laderas del Adad llegamos al refugio de Tazaghar (Jacques de Lepiney) a 3000 metros (1600 m de desnivel y 6 horas) situado frente a la imponente muralla rocosa del Tazaghârt. Con su inconfundible cascada helada a los pies del refugio.

Continuamos el camino hasta el refugio de Lepiney o Tazaghar. Cuando entramos en el mismo nos encontramos con un grupo de alpinistas madrileños, liderado por Luis Regueros Zapardiel, profesor de Alpinismo de la Federación Madrileña de Montaña y muy amigo de mi profesor Juan Ignacio Cuenca.

Nos estuvieron comentado que durante el día habían sufrido fuertes ráfagas de viento sobre todo el collado donde habían estado durante la mañana. 

Refugio Lepiney
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Esa tarde en el Refugio Lepiney sufrimos un viento horrible que parecía que iba a tirar el refugio. Todos los alpinistas dormimos en el piso superior (una especie de buhardilla, donde el falso techo se caía a trozos) y los guías marroquíes de montaña en el piso inferior. Debajo estaba la cocina y el comedor.

Las infraestructuras del Refugio se mantenían exactamente igual, el baño se encontraba fuera en otro edificio aledaño, y mis percepciones fueron que estaba algo más destartalado que la última vez que estuvimos allí y que fue en el año 2008. Esa noche me puse mala y tuve retortijones y una fuerte diarrea, y a las 23h me obligó a descender el tiro de escaleras como si fuese un bombero que se lanza en una llamada de emergencia. Inmediatamente después de realizar la deposición me autoadministré dos pastillas de Fortasec. Y recé para que se me cortase al día siguiente.

DIA 28 de marzo / Ref. LEPINEY – PICO BIIGUINNOUSSENE – Ref. LEPINEY

Saldremos del refugio (suponiendo que todos estemos perfectamente, hayamos dormido bien y la aclimatación, después de más o menos 14 horas a 3.000 metros, sea buena) sobre las 08.00 h. hacia el pico BIIGUINNOUSSENE (4.002 m). Recorreremos el Irhez-n-Tadat hasta cerca del Cdo. o Tizi-n-Tadat (3800 m) para alcanzar el Pico y regreso al refugio. Duración estimada mínimo 6 h. Alojamiento PC.

 El Pico Biiguinnoussene es el cuatro mil situado más al norte en el circo. Se encuentra sobresaliendo en altitud entre el dedo del Tadat y los Crestons o Clochetons, y presenta interesantes vías de roca desde el circo de Lepiney.

Subida hacia el Tizi-n-Tadat
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A la mañana siguiente me encontraba igual de mal, no obstante seguí tomando Fortasec y desayuné todo lo que pude. Aparte preparé 1 litro de agua mezclado con Sueroral. Pepe se encontraba también algo débil, parece ser que debido a un pequeño mal de altura y un resfriado.

Antonio se quedó en el Refugio, pues no se encontraba con fuerzas para afrontar la subida al pico. Se quedó con un alpinista madrileño del grupo de Luis Regueros Zapardiel, el cual estaba lesionado en una rodilla. La ascensión hasta el collado se realizó de manera progresiva. Había mucha roca que recubría sendas de subida pegadas a la roca y en la parte superior una gran pala de nieve dura que se subió sin ninguna complicación. Yo, por culpa de haber perdido las fuerzas y de acudir en una de las ocasiones al “servicio”, me quedé de los últimos. Por delante se encontraba Pepe, el cual iba muy pendiente de mí.

Tizi-n-Tadat
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Una vez que llegamos al collado del Dedo del Tadat, tan sólo a doscientos metros de coronar el pico, yo decidí que la mejor opción era esperar a mis compañeros en el collado y no arriesgarme a sufrir un accidente por culpa de mis escasas fuerzas y de mi mal estar general. Quería reservar mis fuerzas para la bajada.

Hacia el Biiguinnoussene
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En la cima del Pico Biiguinnoussene mis compañeros coincidieron con los alpinistas del grupo de Regueros Zapardiel y estuvieron haciéndose varias fotos de cumbre.

La bajada sin problemas desde el collado hasta el refugio, porque hasta la cima no puedo comentarla ya que fue el único tramo que no pude realizar en toda la expedición por culpa de mi diarrea.

Llegamos al refugio y nos dieron de comer. Yo solamente comí una manzana, masticándola muchísimo, y acatando los consejos que me indicaba Javier respecto a lo que podía o no podía comer. Ingerí mucha cantidad de líquido, entre Sueroral y té.

Aseo personal.

Para la cena Hassam me preparó arroz blanco hervido y aliñado con aceite de oliva, que me sentó fenomenal.

Biiguinnoussene
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Preparación de la jornada siguiente con toma de posibles decisiones respecto a la evolución de salud de algunas personas.

DIA 29 de marzo / Ref. LEPINEY – TIZI MELLOUL – PICOS AFELLA – Ref. NELTNER

Partiremos del refugio sobre las 08.00 h. hacia el Sur por el curso Arhzane hasta alcanzar el collado Tizi Melloul (3.875 m) prosiguiendo la travesía del Jbel Ounaukrim hasta nuestro primer cuatromil el Pico AFELLA-n-OUNAOUKRIM (4.043 m) Bajaremos por el Aougdal Bou Tiouna hacia el gran valle de Assif-n-Ait Mizane que nos dará acceso al Ref. Neltner (3207 m) Duración estimada 7 h. Comida con picnic. Alojamiento PC. 

Nos despedimos del grupo de Regueros Zapardiel que ya se marchaban valle abajo.

Esta etapa se puede considerar de travesía y subida de otro cuatro mil.

En esta jornada nos acompañó Hassam, además de nuestro guía fijo Mohammed.

Como Pepe se encontraba igual de mal, decidió bajar junto con los porteadores y las mulas hasta el refugio de Nelter por otra ruta. Por lo tanto como no tuvo que usar ese día el piolet, le pedí que me prestara el suyo junto con su sistema de seguridad de dragonera, un gran invento. Al venirse con nosotros Hassam y no tener piolet le presté el mío, un Grivel Mont Blanc Air Tech Racing Clásico.

Hassam era un diamante en bruto, hubiera ganado muchas medallas de oro si hubiera participado en alguna Olimpiada.

A primera hora de la mañana la nieve estaba muy dura y había que andar con mucho cuidado.

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En la subida nos encontramos con algunas zonas de hielo, y Hassam se dedicó a tallar peldaños en la nieve.

La subida se realizó según lo previsto y enseguida llegamos al collado del pico Afella donde Mohammed se quedo a esperarnos guardando las mochilas de ataque y el resto continuamos la ascensión al pico con Hassam. Solamente nos llevamos el chubasquero, la cámara de fotos y alguna barrita para comer.

El Afella es un gran monte que se encuentra situado entre el Akioud y el Biiguinnoussene. Presenta dos cumbres separadas por un cordal prácticamente llano. Se caracteriza también por su poderosa pared este con más de 500 metros de desnivel hacia los valles de Aougdal Bou Tiouna y el Amrharas Iglioua, al contrario que su vertiente Oeste que presenta suaves pendientes hacia el collado del Tizi Melloul, en la vertiente del Tazaghârt. La cima del pico era muy estrecha. Fotos reglamentarias en lo alto del pico, bajada al collado, comida y descenso hasta el refugio de Neltner.

Cumbre del Afella
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Cuando llegamos al refugio Nelter, comprobamos que Pepe, Antonio y los porteadores todavía no habían llegado. Por lo tanto nos dispusimos a quitarnos el equipo y dejarlo secar al sol. Creo recordar que eran cerca de las 14h cuando llegamos al Refugio. Estuvimos esperando bastante rato hasta que nos acoplaron en alguna habitación; eso sí, el grupo separado, ya que había overbooking en el refugio y no cabía ni un alfiler. Al día siguiente nos prometieron que nos asignarían una habitación para todos nosotros.

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Nos indicaron la distribución de las personas y elegimos litera, y una vez que dejamos los bártulos y demás enseres en la litera nos dispusimos a ducharnos y luego a disfrutar del sol en la magnífica terraza del refugio. Subimos al piso de arriba que estaba menos transitado; allí apenas pisaban los montañeros, solamente los guías musulmanes. Estuvimos viendo como Mohammed rezaba y como acariciaba el pelo a un amigo suyo.

A eso de las 17h el sol se esconde y las temperaturas bajan en picado. La tarde la dedicamos a tomar té moruno en el salón comedor, al lado de un radiador, junto al cual era superdifícil encontrar un hueco. Pepe se reunió con nosotros posteriormente y a eso de las 20h nos pusieron la cena. Antonio dejo la expedición y se quedó en el pueblo del valle esos días a realizar turismo.

DIA 30 de marzo / Ref. NELTNER – PICOS CLOCHETONS – Ref. NELTNER

Comenzaremos la jornada desde el refugio sobre las 07.00 h. para subir por el Ihrzer Ikhelloun (3.895 m) con escaladas (II/II+) hasta alcanzar las tres cimas de los CLOCHETONS (3.963 m.), media vuelta y a disfrutar de una de sus ascensiones más ambiciosas con el papeo, fotos, besos, abrazos, cava… y pa bajo. La jornada nos permitirá contemplar las vistas sobre el plató de Tazaghar, Toubkal, Biiguinnoussene, Afella. Duración estimada en 7 h. Alojamiento PC.

Nos asignaron una habitación para los 6 (recordar que Antonio se había quedado en el pueblo del valle), la habitación la compartimos con unos montañeros de Alcobendas del grupo Candás.

Para la subida a este pico de Clochetons o Crestons, recuerdo que había que ascender una pala muy inclinada ya desde nada más salir del refugio  Neltner, para posteriormente llegar a una primera escalera y continuar con una de las palas más largas que he subido nunca.

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Durante el ascenso al pico de los Crestons a Javier se le cayó la cámara de

fotos y tuvo que descender muchísimos metros para poderla recuperar. Afortunadamente no se estropeó.

Los últimos metros para coronar el pico eran de trepar. Las grandes moles de roca eran traicioneras y había que asegurarse con mucho cuidado para no tener un accidente. La cima del pico era muy estrecha (de 2 metros como mucho) y allí iniciamos un tetris entre todos para realizar la coronación del pico. 

Clochetons
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El destrepe lo realizamos con mucho cuidado y descendidos 200m nos dispusimos a comer algo. En la bajada de la interminable pala algunos compañeros practicaron “culo esquí”, yo opté a bajar clavando los talones, ya que no llevaba pantalones de gore puestos y quería llegar seca al refugio.

Llegada al Refugio, comida y aseo personal.

La tarde la dedicamos a jugar a los dados, al mentiroso y a leer las pocas revistas que había en el refugio.

Por la noche una de las montañeras del grupo Candás había tenido un accidente en la bajada, y había perdido el control, de tal manera que no se autodetuvo a tiempo y por culpa de la fricción con la nieve helada, la piel de su abdomen sufrió graves quemaduras. Pepe le entregó una pomada específica para ese tipo de heridas.

DIA 31 de marzo / Ref. NELTNER – ASSIF n’OUAGOUNSS – AROUND – IMLIL – TIZI n’TAMATERT – TACHEDDIRT

La jornada recorrerá el corazón del macizo del Toubkal atravesándolo por los valles de Ouagounss e Imenane. Comenzaremos sobre las 07.30 h. y caminaremos descendiendo los aprox. 1.200 m hasta Imlil para ascender al collado de Tamatert hacia el Noreste. Posteriormente bajaremos hasta el Valley con dirección Este y tras ascender 400 m. aprox. Llegaremos al Hotel de montaña en Tachedirt (2.314 m). Jornada de duración estimada en 7-8 h.  Alojamiento PC.

Este día será de transición pero denso. Nos tomaremos en este bonito paraje un merecido descanso para afrontar el pico más emblemático del macizo, el Aksoual.

En esta jornada de transición descendimos el Valle del Toubkal dejando atrás los refugios de Neltner y de Mouflons. Los porteadores tuvieron que transportar los macutos desde la zona de los refugios hasta donde finalizaba la nieve porque las mulas se negaban a pisar los neveros. Ya se veía claramente el camino polvoriento y con piedras que tan bien caracteriza la zona. A los 10 minutos de haber empezado a bajar coincidimos con nuestros amigos de Pegaso: Mariano Cristóbal padre, Mariano Cristóbal hijo, Carlos Sanz y Ángel Rodríguez. Estaban sentados en una roca al lado del camino y Mariano Cristóbal padre se encontraba un poco mareado y con malestar general. No sabía lo que era, según él, cansancio acumulado que también había tenido durante las jornadas alpinas subiendo a los cuatro miles. Sin dar más importancia al asunto Mariano padre, como siempre tan alegre y atento, nos hace una foto a nosotros y se sorprende de mí, porque llevaba puesto el pañuelo Tuareg. Me decía que estaba muy guapa. Nos despedimos con la intención de vernos en Madrid.

En la bajada por la senda, el calor apretaba y las pequeñas piedras del camino se colaban en el pie molestando a cada paso. El ritmo de bajada era a toda velocidad, porque mientras que estábamos hojeando por dentro el refugio de Mouflons, Javier, al no vernos, pensaba que habíamos iniciado ya el descenso y él mismo bajaba a toda velocidad para intentar alcanzarnos. Total y en definitiva: hasta que no paramos en la Piedra Blanca no nos encontramos con Javier que ya estaba a punto de reanudar su ajetreada bajada cuando vio a Pepe, que iba el primero de nuestro grupo. Por desgracia a Javier se le levantó la piel de uno de los dedos gordos del pie dejándosela en carne viva.

Estuvimos comiendo viandas de cecina en un chiringuito justo al lado de la Piedra Blanca, situados antes de cruzar el puente donde se levantaba un cartel con una prohibición de cruzar ese punto para toda aquella persona que no fuese musulmán.

Javier aprovechó y se puso un par de compeed en sus malogrados dedos gordos.

Algunas personas sucumbieron a la tentación de comprar souvenirs en los puestos de la Piedra Blanca.

Ya en la bajada no sospechábamos lo que nos esperaba. Creo recordar que Pepe se quedó inexplicablemente atrás y como estábamos perdiendo mucho tiempo y Mohammed estaba algo inquieto porque todavía nos quedaba mucho recorrido a pie hasta llegar al pueblo donde teníamos el hotel para ascender el Aksoual, Juan, Javier y yo continuamos la marcha, junto con Yemira y Mus por detrás. A Pepe le perdimos el rastro pero pensábamos que venía por detrás.

De repente, nuestros oídos escucharon unos pasos de dos personas que bajaban corriendo, nos apartamos y nos dimos cuenta que eran Mariano hijo y el guía marroquí que habían contratado. Mariano estaba muy preocupado y angustiado, nos informó que su padre se encontraba muy mal y posiblemente tuviese un infarto y que se había quedado junto con Carlos Sanz en un chiringuito marroquí a 2.800 m. porque ya no podía caminar y el mínimo movimiento le provocaba unos dolores horribles en el pecho.

Acompañamos a Mariano hijo en la bajada localizando puntos donde hubiese cobertura con el móvil para hablar por él y así dar la voz de alarma a los servicios de emergencia. En uno de los puntos del camino pudimos contactar con la Federación Francesa de Montaña y con la Española pero no nos arreglaron nada y para colmo la cobertura se perdía constantemente.

En la bajada angustiosa hasta el pueblo de Imlil la impotencia y la angustia se abatieron sobre nosotros. Ya en el pueblo llegamos a uno de los refugios que regenta Mohammed y que era el punto acordado para comer. Cuando llegamos nos reencontramos con Antonio que durante los días que nosotros estábamos haciendo alpinismo él había querido hacer turismo por solidaridad con el resto del grupo. En el refugio nos ofrecieron comida, pues la jornada estaba organizada así, parada para comer y reanudar la partida hasta llegar al Hotel de montaña en Tachedirt (2.314 m).

La situación era muy complicada.

Antonio se había llevado al viaje un teléfono GPS vía satélite, con conexión unidireccional con satélite de Madagascar. En el refugio nos indicaron una zona del pueblo donde había cobertura, gracias a que Antonio dominaba el francés nos pudimos defender un poco con las llamadas a multitud de organismos franceses, Federación Francesa de Montañismo y otros a los que se llamó. También se llamó a la Federación Española de Montaña, a la Mutualidad General Deportiva (aseguradora de la Federación Madrileña de Montaña), a la embajada española de Casablanca. La conclusión a la que he llegado tras todas estas llamadas, y en resumen lo dejo anotado en mi crónica personal, es que hoy en día no se valora la vida de una persona, lo que más se valora es el coste económico que puede ocasionar la movilización de un helicóptero de rescate. Lo que más me duele de ello, es que nos daban esperanzas diciéndonos que enviarían un helicóptero, luego pasaban los minutos y al volver a llamar ponían pegas, necesitaban las coordenadas de situación exactas, y aún facilitándoselas no sirvieron de nada. Transcurrieron aproximadamente 6 horas desde que llegamos al pueblo de Imlil, y de buenas a primeras vimos aparecer una ambulancia. Alguien desde los Refugios Neltner o Les Mouflons había llamado a emergencias.

Pepe mientras tanto vivía el drama y el sufrimiento, porque Mariano lo estaba pasando muy mal. Pero a su vez estaba viviendo una de las caras más bonitas de la montaña: el hecho de cómo alpinistas, montañeros, guías marroquís y esquiadores se compenetraron y se ayudaron conjuntamente para ayudar a un compañero, para salvar la vida de una persona, más allá de los intereses económicos.

Entre todos ayudaron en lo que pudieron. En la bajada la fortuna hizo que coincidieran un médico francés que supervisó que Pepe le diera a Mariano una pastilla de Cafinitrina (nitroglicerina) confirmando que realmente tenía un episodio de infarto, otro montañero entregó un parche para colocárselo a Mariano. Se construyó una camilla con dos tablas de esquí y su funda con la que se transportó a Mariano en la bajada, porque al más mínimo movimiento le dolía muchísimo el pecho y no se le podía bajar de otra manera, debido a los escasos medios de los que se disponía y a las condiciones orográficas del terreno.

Ya en la bajada nunca me olvidaré de la cara de Pepe, lloraba como nunca por la situación que estaba viviendo Mariano. Yo personalmente también estuve llorando nada más ver acercarse a Mariano con todos los compañeros que lo bajaban, y ya al ver a Pepe se me vino el mundo encima. Acompañamos a Mariano cruzando el río y las piedras y los cantos del río, hasta donde nos esperaba la ambulancia y de manera inmediata trasladaron a Mariano a la Clínica del Sur de Marrakech por recomendación del médico francés que en todo momento estuvo acompañando a Mariano, incluso hasta la clínica dentro de la ambulancia.

Pepe nos estuvo relatando con todo detalle todos los pormenores de los acontecimientos y los vivimos como si hubiésemos estado allí. Estaba muy emocionado.

Llegamos al albergue situado en la parte de arriba de su pueblo Armd, que Mohammed tiene habilitado para turismo, donde cenamos e hicimos noche. A la mañana siguiente Pepe despertó con unas picaduras de mosquito o de araña impresionantes, una de ellas en el cuello y la otra en la muñeca. Eran para preocuparse, pero se dejó pasar.

A la mañana siguiente iniciamos la partida hasta el Hotel de montaña en Tachedirt (2.314 m) en una furgoneta muy destartalada con graves síntomas de tener rota la suspensión de la rueda delantera. La aproximación se realizó atravesando otro valle con la intención de subir el Aksoual, nuestro gran objetivo de la expedición.

Cuando llegamos al hotel dejamos los bártulos en las habitaciones y luego disfrutamos de una suculenta comida.

Desde la terraza disfrutábamos de todo el macizo del Aksoual que nos estaba esperando para la mañana siguiente. El hotel estaba cuidado hasta el más mínimo detalle y parecía que estábamos dentro del cuento de “Las mil y una noches”. 

Tachedirt. La cuerda y cumbre del Aksoual
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Por la tarde decidimos pasear un poco por el pueblo, pero no fue buena idea porque nos atosigaban los niños de la aldea pidiéndonos caramelos, dinero, nuestras cámaras, cualquier cosa que les diéramos. No accedimos a darles nada, y sin embargo estuvimos conversando con ellos lo que nos entendían. No queríamos que se convirtieran en niños pedigüeños, y que pensaran que se puede vivir mendigando a los turistas.

Cuando regresamos al hotel nos envolvió la paz y estuvimos jugando a nuestras divertidas partidas de dados y al juego del mentiroso. Todos menos Yemira a la que no le gustaba jugar.

Por la noche cena dentro del hotel y enseguida a recogernos para dormir, no sin antes acordar con Mohammed la hora de iniciar la marcha para atacar el Aksoual. Pepe le recomendó a Mohammed que saliésemos a las 4:30 AM de la mañana, pero Mohammed afirmaba que saliendo a las 6 AM era suficiente.

Preparamos los macutos con todo el equipo invernal: crampones, piolet, casco, pantalón de goretex, chubasquero, cortavientos, gorra, braga polar, guantes alpinos, botiquín, crema solar, gafas, cámara de fotos, etc… y lo más importante: recordarle a Juan que metiera en el macuto la bandera de Pegaso y llevar 4 litros de agua, ya que la jornada que nos esperaba era de las más duras de la expedición y en el macizo del Aksoual no había ninguna fuente o manantial para llenar nuestras botellas.

Por la tarde-noche yo, personalmente, estaba un poco nerviosa, pues dentro de unas horas íbamos a iniciar el ascenso al pico Aksoual que es el que presenta una morfología más alpina. Lo componen en su mayoría un conjunto de largas y afiladas crestas con grandes paredes de difícil acceso, que son sin duda uno de los parajes más bellos y solitarios del Gran Atlas, y muy poco frecuentado, quizás en parte por no alcanzar por poco la cota de los “cuatromil”. Había que recorrer todo un cresterío de un total de 8 Kms, 4km de ida y otros 4km de vuelta, ya que el pico del Aksoual se encontraba al final de toda la cadena montañosa.

DIA 2 de abril / TACHEDIRT– TIZI LIKEMT – AKSOUAL– LOMA DEL IRHZER N’OU GOUDMANE – TACHEDIRT

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Tras desayunar de madrugada recorreremos el Irhez-n-Likemt hasta el Cdo. o Tizi-n-Likemt (3 .555 m) con las vistas de los valles de Tinzer y Tifni y quedarán otros 400 m. y 4 km. hasta alcanzar por la larga y pintoresca cresta el Pico AKSOUAL (3.912 m) autentico coloso de la zona y emblema de los pioneros franceses (Regnault-Sarasin 23.05.1926). Recorreremos hasta él otros picos como AFELLA INRI TAOUNT, AFELLAH TALAT, FOUZROU OUGOUTI y TAZEGZAOUT LOUAH (3.769 m). Regreso al hotel por la loma del curso del Goudmane hasta Tachedirt. La jornada del Aksoual tiene una duración estimada en 12 h. y la del Cdo. 7 h. Alojamiento PC.

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Nos despertamos a la hora señalada por el guía, y para colmo tanto el guía como el cocinero no aparecían. Se presentaron media hora tarde. Desayunamos todo lo que pudimos y enseguida partimos. En definitiva, salimos como media hora tarde, sobre las 6:30am.

Nada más salir del refugio bajada de unos 100 m. al cauce del arroyo. Desde

allí todo era subida. Atravesamos las huertas, la carretera de arriba asfaltada y nos adentramos por un valle de arroyos subterráneos con senderos en zigzag que llegaban hasta el collado superior. Cuando finalizó el camino de tierra y empezó a asomar la nieve, inmediatamente nos pusimos los crampones, polainas, casco y sacamos el piolet. Ascendimos por una pala asequible de nieve, que en algunas zonas tenía placas de nieve helada que dificultaban el ascenso. Por detrás subía un grupo de 3 esquiadores con su guía. Cuando llegamos al collado picoteamos algo, bebimos, nos protegimos con crema solar y avanzamos con los crampones y todo el material por el cresterío. Avancé por un cresterío en mixto, con los crampones que requería de mucho desgaste y cuidado.

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Cuando coronamos uno de los picos superiores del cresterío transcurridas varias horas, nuestro guía Mohammed (mirando por sus intereses), nos comunicó en los dos primeros promontorios de la cresta que ya habíamos finalizado, que estábamos en el Aksoual. Todos nos asombramos de lo que nos dijo y todos, aún echándose el tiempo encima y con el peligro de que se nos hiciera de noche y de perder el taxi que nos recogería por la noche para llevarnos a Marrakech, decidimos atravesar la línea de decisión que dibujó Javier en la nieve y optamos por continuar con la meta hacia el verdadero Aksoual, que era el objetivo de nuestro viaje, y que los que conocíamos a Mariano se lo planeábamos dedicar, brindando con una botella de manzanilla que Javier había llevado tan amablemente. A partir de ese momento Mohammed estuvo de mal humor.

La aproximación se hacía muy costosa y delicada. Cada vez estábamos más cansados y agotados, y perdíamos las fuerzas, pero teníamos que continuar, con decisión y con mucho cuidado. Así pues íbamos subiendo picos intermedios, hasta que ya divisábamos al gran monstruo: el Aksoual. Hasta entonces había permanecido escondido a nuestros ojos. Hasta ese momento no lo pudimos ver. Sólo nos quedaba bajar para luego subir unos 200mt para coronarlo. Recuerdo que a lo largo de todo el cordal íbamos constantemente a una altitud media de 3700mts y que no variaba la misma.

Ya por fin lo teníamos en la palma de la mano y cuando lo coronamos lo pudimos saborear y festejar y dedicárselo a nuestro amigo Mariano. Nos hicimos las fotos de grupo con la correspondiente bandera de Pegaso. 

Merxe, Yemira, Mus, Juan, Javier, Mohamed y Pepe en la cima del Aksoual
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La vuelta la hicimos sin pisar apenas el cresterío, bajando un poco de altura por la vertiente Sur para evitar caminar por él. Había zonas muy claras que formaban pequeñas vaguadas de bajada, pero Mohammed no optó por ellas.

Cuando descendimos hasta la carretera asfaltada, antes de llegar al pueblo, ya nos estaba esperando Hasamm al lado de una hoguera que el mismo había preparado en plan bereber. En la cuneta de la carretera estuvimos esperando al resto del grupo. Cuando nos reagrupamos todo fue estresante.

Mohammed y Hasamm silbaron y el conductor que nos estaba esperando les escuchó desde lo alto de la carretera superior asfaltada del pueblo que comunicaba con Asni e Imlil y en conclusión con Marrakech. 

Javier y Juan. Aksoual
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Así que deprisa y corriendo, nos dirigimos al refugio-hotel del pueblo, sorteando rebaños de cabras. A toda velocidad preparamos los macutos y entregamos un dinero que habíamos recaudado a nuestros guías.

En el viaje en la furgoneta nos despedimos de ellos dejándolos en su pueblo que nos pillaba de camino. Por la noche llegamos a Marrakech, y recuperamos los macutos que habíamos guardado en la consigna del hotel.

DIA 3 de abril / - MARRAKECH

Día libre en Marrakech con alojamiento en el mismo hotel***  en MP. Cena y día libre.

Fuimos a visitar a la UCI a Mariano en la clínica del sur, y posteriormente estuvimos haciendo turismo por Marrakech.

DIA 4 de abril / MARRAKECH

Día libre en Marrakech hasta el traslado al aeropuerto. Regreso según vuelo.

Salida de referencia: 07.05 Aeropuerto de Marrakech. Vuelo 7753.

Llegada 11.20 Aeropuerto de Barajas.

MERXE 

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HORARIO:
18:30h. a 21:00h. 
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