G. M. PEGASO

Montañismo. Sierra Sur de Jaén – La Pandera – Piedra Palo

14 al 15 de enero de 2023

Comenzamos el calendario de actividades de Fin de Semana en 2023 con esta actividad de Montaña.
Ya desde el principio tuvo bastante acogida, pues a los primeros minutos de abrirse el apunte, el día 2 de enero, ya se agotaron las 35 plazas cubriéndose incluso las reservadas. Hubo que ampliar 7 plazas adicionales.

Viernes, 13 de Enero

Se había reservado un alojamiento a 23kms de Jaén, junto a la A-44, pero algunos de los inscritos que salieron el viernes por la mañana decidieron llegar a comer a Jaén y dedicar la tarde visitando la ciudad. Acompañados del coordinador, natural de Jaén, se visitó lo más representativo del casco antiguo: Las iglesias de La Magdalena, San Juan, La Merced y San Ildefonso, Los Baños árabes (se dice que son los más grandes de Europa), El arco de San Lorenzo, La Catedral y hasta se subió andando al Castillo de Santa Catalina, acabando tomando unas cervezas en la Peña Flamenca de Jaén... todo un recorrido histórico-cultural por la ciudad. Creo que todos quedaron gratamente sorprendidos del patrimonio monumental de Jaén que no es muy conocido.

 

 

Sábado, 14 de Enero

Hora de salida 9:30 de la mañana en el barranco de La Hoya del Caño. Hace fresquito y hay que ponerse guantes. Mientras van llegando todos, nos acercamos a ver los petroglifos de la Cueva del Toril. Un santuario con un calendario solar de hace 4.500 años.

Los más presurosos van arrancando, pues la jornada se presenta dura y hay que aprovechar las horas de luz. La ruta comienza ascendiendo todo el barranco de la Hoya del Caño, al principio encañonado entre paredes calizas verticales que muestran toda una serie de estratos y pliegues morfológicos. Más adelante, el sendero se interna en el bosque bastante umbrío. Pinos, encinas y quejigos con el tronco cubierto de musgo y tallos colgantes de zarzaparrilla amparan el empinado sendero que va ascendiendo sin tregua. Hay marcas de haber pasado motos (pese a estar prohibido) que han levantado tierra y piedras haciéndolo resbaladizo, los bastones son una ayuda para la progresión.

A mitad de la subida se llega a una bonita fuente de piedra. La Fuente del Obispo. Muy cerca se pueden tomar dos desvíos del camino para ver una sima y la Cueva de la Piletilla. Los más aguerridos se desvían para entrar en la cueva. Sorprende la amplitud de la sala interior, con un piso descendente muy inclinado pero al fondo se pueden contemplar algunos espeleotemas: columnas, coladas, estalagmitas y estalactitas aun activas, pues en casi todas se puede ver la gota de agua que a lo largo de años y años va precipitando el carbonato cálcico haciendo crecer estas formaciones.

Poco más arriba de la cueva el camino se separa del fondo del barranco y asciende dando zetas, la pendiente es más suave y se va ganando en vistas. La vegetación se va haciendo más escasa empezando a dominar los enebros y sabinas. Se alcanza el Puerto de la Nava, un llano rodeado de pinar de repoblación. Aquí se separa la ruta larga de la corta. Unos pocos deciden volverse ya por la ruta corta tranquilamente y disfrutando del día. El resto continuamos la ascensión a La Pandera.



A partir del Puerto de la Nava casi desaparece la vegetación, es todo roca y el sendero en una larga diagonal alcanza la carretera que hicieron para acceder las viejas instalaciones militares, hoy abandonadas. Hay que seguir esta carretera para entrar en el recinto cercado y poder alcanzar el vértice geodésico, punto culminante de la Sierra Sur. Las vistas son excepcionales y se alcanzan a divisar cumbres de 7 provincias, algunas como La Torrecilla de Málaga en la Sierra de Las Nieves, o la Sierra de Alcaraz de Albacete, situadas a más de 150kms en línea recta.

 

Estamos poco tiempo junto al vértice, ya que no hay un lugar cómodo en la cumbre y nos dirigimos a la Peña del Altar, no tan mancillada con instalaciones como la Pandera, y con estupendas vistas al Pantano de Quiebrajano. Comentamos los diferentes picos que se divisan y por donde va a discurrir la ruta del día siguiente. Nos sentamos al sol para hacer una parada y comer algo.

Los más inquietos ya han empezado a descender mientras los más rezagados van llegando a la Peña del Altar. Por senda pedregosa se baja al Puerto de la Nava. ¡Al menos hay senda!, pues desde el Puerto hasta el Cerro Cagasebo no hay camino definido. Se progresa por la roca sorteando los piornos azules (cojines de monja) que salpican la ladera del calar, pero se anda bien, no resulta demasiado incómodo.

 

 

Continuamos el descenso ahora dirección Peña Blanca. Sendas de animales facilitan la bajada. Mientras disfrutamos de las vistas  con el sol de la tarde ya cayendo, vemos a dos compañeros que suben como si hicieran la ruta en sentido contrario -¿se habrán equivocado de camino? Nos preguntamos por su extraño comportamiento, pero no, resulta que uno de ellos ha perdido la emisora y va retrocediendo en su busca.

Tras unos metros de progresión incómoda por un lapiaz se alcanza un trazado de sendero que va descendiendo rápidamente entre monte bajo de enebros y romero. Si no llega a ser por este sendero sería difícil abrirse paso entre el matorral. Esta es la llamada “Senda Nueva” que tras pasar por una zona donde se abren algunas simas llega a enlazar con la pista que ya bajando muy suavemente nos deja junto al Castillo de Otíñar. No queremos acabar la ruta sin acercarnos a ver el castillo de cerca. El aspecto de atalaya inexpugnable construida sobre la roca al borde del abismo lo hace muy pintoresco, como una pintura del romanticismo.      

 

 

 

Terminada la ruta y antes de la cena, parte del grupo decide hacer una visita rápida a Jaén, y ver el ambiente previo a la carrera popular de San Antón, las lumbres aun sin encender y como no, tomar unas cervezas acompañadas de las típicas “rosetas”.

 

 

Domingo, 15 de Enero

Tras el desayuno y recoger la habitación, nos vamos acoplando en coches intentando llevar los menos posibles al inicio de la ruta ya que el lugar de aparcamiento es bastante reducido.  Conforme vamos llegando emprendemos la marcha en diferentes grupos. Las rutas de hoy larga y corta solo se diferencia en que la larga tiene tres extensiones a sendos miradores y las colas del embalse de Quiebrajano.

 

La primera extensión, al mirador natural de la Piedra del Palo la hacemos casi todos.  Una brecha de unos cincuenta metros nos separa de la aguja rocosa Piedra Palo. Impresiona ver su estilizada sombra en la ladera de enfrente, y abajo en el fondo, el valle del Río Valderazo al que bajaremos durante la ruta y luego habrá que volver a subir.

 

Es una bajada cómoda la mitad por sendero y la otra mitad por pista hasta llegar al puente que nos sitúa en la otra orilla del valle. Aun hay que recorrer casi 1km más por pista hasta llegar a una curva donde se toma un sendero que se adentra en el valle. Se trata del GR7 (El gran sendero de Tarifa a Atenas), Tiene tramos algo expuestos, donde se instaló una cuerda a modo de barandilla quitamiedos, pero la cuerda ha desaparecido en alguno de estos tramos.

 

Unos metros antes de llegar a un puente de madera que cruza el rio en un estrecho de roca, parte un camino que lleva a las colas del pantano. Es la segunda extensión que realizamos más de la mitad del grupo y nos sorprende especialmente. La luz del sol juega entre los meandros del barranco y las formaciones  rocosas del Cerro Pitillos. El llano formado por los sedimentos del embalse cubierto de hierba de un verde luminoso contrasta con las rocas rojas y grises verticales de las paredes del cañón.

 


Si no es porque hay que regresar, (por la tarde tocan varias horas de viaje), y sabemos que nos espera aun la cuesta arriba, nos habríamos quedado allí el resto del día, pero hay que ponerse en camino y afrontar los 400m de desnivel que se superan por una senda muy agradable de caminar ya que el trazado y las vistas van mejorando conforme se asciende. Sin mucho esfuerzo se alcanza el collado desde donde arranca la tercera extensión, al mirador de las colas del Quiebrajano. Solo unos pocos nos animamos a verlo, pues sabemos que hay que pasar un tramo expuesto (que resultó ser bien bonito) y luego un trozo sin nada de camino (ya no tan bonito) que nos lleva a la senda que se dirige al mirador, por la que luego volveremos para enlazar otra vez con el GR7 ya muy cerca de los coches.

 

A las 15h hemos terminado todos y volvemos al hotel para distribuirnos ya en los coches para el viaje de vuelta no sin antes tomar unas cervezas y comentar cuando será la próxima actividad donde nos volveremos a juntar y disfrutar de montaña y el buen ambiente del Grupo de Montaña Pegaso.

Coordinador: Luis Cano

 

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LUGAR:
Centro Cultural Eduardo Chillida (mapa),
C/ Arroyo Belincoso, 9 - 28030 Madrid (metro Vinateros)
 
HORARIO:
18:30h. a 21:00h. 
(Sólo días concretos, cuando hay reunión presencial) 
 
 

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