Sierra de Urbión

Pico de Urbión (2.229 m) y Risco Zorraquín (2.105 m)

3 al 5 de Marzo de 2017

Viernes 3 de Marzo

Salimos en autocar 48 personas de los 50 inscritos, los otros 2 se nos unirían en el destino. Salimos de Madrid con unos minutos de retraso por incidencias con el tráfico de algunos participantes, pero no tuvimos mayores problemas durante el camino, con lo que llegamos a la hora prevista al Albergue de Abejar donde pernoctaríamos durante los días de la actividad.

Después de ocupar las habitaciones -con un poco de confusión por un cambio de última hora respecto a la distribución prevista, que llevó a alguna indicación errónea del personal del albergue- bajamos a cenar y nos acostamos pronto.



Sábado 4 de Marzo

Nos levantamos para ir a desayunar a las 7:45 y comenzamos la marcha en Duruelo de la Sierra alrededor de las 9:15. Las previsiones meteorológicas eran de temperaturas bajas, viento entre moderado y fuerte -sobre todo en las cumbres y lugares expuestos-, nublado y con probabilidades de ligera precipitación de nieve, así que la marcha podía endurecerse más de lo deseable pero estamos en invierno y esas condiciones son esperables, lo cierto es que en Duruelo no hacía excesivo frío, ni viento, ni nevaba, así que el grupo comenzó la marcha con muy buen ánimo, sólo una persona prefirió quedarse en el autocar, viendo que toda la montaña estaba cubierta de nubes y las panorámicas en altura no se preveían muy amplias, como después se confirmó.

Repartimos las emisoras entre los voluntarios que se iban a distribuir entre los diversos grupos que se irían formando y nos pusimos en marcha. Al comienzo de la travesía del pueblo pudimos ver las tumbas excavadas en piedra que hay alrededor de la iglesia de San Miguel Arcángel, salimos del pueblo llaneando por pista limpia de nieve hasta que, al acabarse la pista, empezamos a subir por el pinar y a pisar la ligera capa de nieve que cubría el suelo, un bonito trozo de camino entre los pinos cubiertos por un poco de nieve. Sin mayor problema alcanzamos la pista que, desde Duruelo de la Sierra, llega hasta Castroviejo y continúa unos kilómetros más hasta el refugio de la Fuente del Berro y el del “Búnker”, esa es la pista que seguimos, atajando un par de veces por el pinar, hasta el refugio del Búnker. La capa de nieve iba en aumento a medida que subíamos pero, entre lo suave de la pendiente y el buen estado de la nieve, se caminaba perfectamente por ella.


En el Búnker la pista paso a ser un sendero cada vez menos visible por la nieve, poco a poco nos íbamos metiendo en la niebla, iban desapareciendo los pinos y el viento empezaba a hacer su aparición, así que la huella de los que iban por delante nos vino de perlas a los de atrás. Cada vez con más niebla llegamos a la altura del panel que indica la ubicación del nacimiento del Duero, más de uno se lo pasó sin verlo, aunque poco había que ver porque a estas alturas la niebla era ya muy espesa y no se veían más de 20 o 30m alrededor. Un último tramo corto desde las fuentes del Duero para llegar hasta el portillo Arenoso desde donde la gran mayoría subió al pico Urbión a pesar de que el viento ya azotaba fuerte allí y la niebla seguía acompañándonos fielmente.

De vuelta en el portillo Arenoso el grueso del grupo continuó por el cordal de Santa Inés, al principio con una niebla muy cerrada que, acompañada de la nieve dura que lo cubría todo, no permitía ver por dónde iba el  camino, así que, en este primer tramo hubo que guiarse sólo por el navegador y usar el piolet y los crampones. Pasado el primer tramo de flanqueo hacia el pico del Hoyo Oscuro y al tomar la cuerda, el camino por ella se hizo más fácil, incluso en algún momento se despejó en parte y se pudieron atisbar unas estupendas alrededor.

Sin mayores problemas el grupo fue llegando al puerto de Santa Inés e hizo buen uso de la cafetería de la estación invernal, como era de esperar sobre todo teniendo en cuenta las condiciones de la marcha.

El grupo que optó por no seguir por el cordal de Santa Inés prefirió, en vista de las adversas condiciones meteorológicas no ir tampoco por la vaguada que lleva a la laguna Negra, el viento aquí se preveía fuerte y no parecía que fuera a dejarnos disfrutar de este largo tramo, así que, después de contactar con el autocar para que se quedara en el pueblo esperándonos, tomamos rumbo a la cuerda del Rasón para bajar de nuevo a Duruelo de la Sierra.

En cuanto bajamos unos cuantos metros de la cuerda del Mojón Alto y los Llanos de la Sierra quedamos bastante protegidos del viento y, aunque la visibilidad seguía siendo baja, la marcha se hizo bastante cómoda por las condiciones de la nieve, sólo hubo una pequeña dificultad en una mini canal (unos 10m) algo vertical y con nieve muy dura que unos pocos solventaron usando piolet y crampones y los demás rodeando el roquedo -fueron unos momentos divertidos con los 4 que se empeñaron en subir el canalillo siendo animados desde arriba por el resto.


 

 

Un vez pasado el primer tramo llegamos a las peñas del Rasón, donde, a pesar de las malas condiciones visuales, pudimos atisbar el laberinto de peñas, vaguadas y canales que parece ser el lugar, en fin, con buena visibilidad, seguramente será un sitio espectacular.

Tras la peñas entramos en el bosque de pino silvestre -precioso con la nieve- sin grandes dificultades llegamos a un cortafuegos, ya sin nieve y, posteriormente, a un robledal dentro del pinar, para llegar a una pista asfaltada que abandonamos hacia la derecha en el paraje llamado Prado Mateo para, tras cruzar el Duero por un puente, llegar a la pista por la que habíamos comenzado la marcha y acabar tomando el consabido refrigerio repartidos en un par de bares de Duruelo de la Sierra, mientras el otro grupo hacía lo propio en el bar del puerto de Santa Inés; hasta allí fuimos con el autocar para recogerlos y marchar todos al albergue después de un día de marcha bastante bueno para los malos augurios previos.

 

 

Domingo 5 de Marzo


De nuevo desayunamos a las 7:45 y, tras dejar a 12 personas que prefirieron hacer turismo en el pueblo de Vinuesa y comprobar que el punto donde preveíamos acabar la ruta estaba accesible para el autocar, nos encaminamos al caserío de Santa Inés donde nos dividimos en 2 grupos principales, con varias emisoras repartidas entre los integrantes de cada uno, y comenzamos la marcha alrededor de las 10.


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El día estaba nublado pero la temperatura era agradablemente fresca y comenzamos a caminar por la pista introduciéndonos en el pinar paralelos al curso del río Revinuesa. Al cabo de 20-25’ abandonamos la pista para caminar más próximos al curso del río y disfrutar de su ribera desde más cerca, pero el río sólo nos lo permitió durante un cuarto de hora, a partir de ahí la progresión por el borde del río se hizo demasiado trabajosa y volvimos a la pista, tratando de vislumbrar a la izquierda el Zorraquín y su cuerda entre las nubes que los cubrían. Algo más adelante, alrededor de los 1500m de altura la pista estaba ya totalmente cubierta de nieve y lo mismo el pinar por el que fuimos subiendo hasta llegar al circo glaciar del Revinuesa donde las nubes nos permitieron atisbar la fantástica vista de los riscos pétreos que forman las verticales paredes del circo.

Evitando esas paredes abandonamos el circo rodeando la laguna -totalmente oculta por la capa de nieve que tenía encima- y subiendo por una ladera bastante cómoda hasta el collado que asoma a la laguna Larga, donde tomamos hacia la izquierda para encarar la cuerda que nos llevaría al Zorraquín.

Los primeros 250-300m fueron de flanqueo por una ladera bastante vertical que, gracias al buen estado de la nieve, pasamos sin mayor problema a pesar de su notable inclinación. Tras el flanqueo desembocamos en el portillo donde confluyen el camino que lleva a la laguna Negra y el que lleva al Zorraquín, ambos caminos, por supuesto, invisibles bajo la nieve. A partir de aquí ya contamos con la “no muy agradable” compañía del viento que no dejó de soplar moderadamente (meteorológicamente hablando o sea, fuerte para el común de los mortales) hasta que llegamos al Zorraquín y empezamos a bajar por su ladera sur hacia la laguna Negra.


El comienzo de la bajada es bastante empinado y, sobre todo los que pasaron por allí los últimos, viendo que la huella tenía tramos de nieve endurecida por el paso de los que iban por delante, como precaución optaron por ponerse los crampones. Pasados los primeros 150m de la bajada la pendiente se suavizó mucho, entramos en el pinar de nuevo y en algo más de media hora de descenso cómodo estábamos en las inmediaciones de la laguna Negra y, sin resistirnos a la tentación de ir a echarle un vistazo, nos encaminamos hacia los miradores construidos a su orilla donde vimos que, en esta época del año, le viene mejor el nombre de laguna Blanca.

Sin entretenernos mucho en contemplarla nos encaminamos hacia el punto final de la ruta del día, el cruce Tejero, unos 25 minutos más abajo del aparcamiento del paso de la Serrá, no sin antes despedirnos del pinar atajando por un sendero casi perdido que nos dejó a unos 250 metros del final de la ruta, donde nos esperaba el autocar y donde, casi a la vez, llegó el pequeño grupo que tuvo tiempo y fuerzas para alargar la ruta bajando por la loma sur del arroyo de la laguna Negra hasta el caserío de Santa Inés y volviendo al cruce Tejero.

Una vez cambiados salimos hacia Vinuesa donde recogimos a los “turistas”, visitamos los bares como es costumbre y emprendimos el camino de vuelta a Madrid después de un fin de semana intenso en el que, quizás, no nos acompañó el tiempo, pero del que podemos decir que, en general, salimos contentos como casi siempre que nos movemos por nuestro entorno favorito, la montaña.

Por último, sólo me queda agradecer a todos la colaboración y la buena disposición para seguir las normas de seguridad durante las rutas.

Coordinador: José Manuel Alpiste Martínez

Fotos: Paloma Mesa; Pedro Cristóbal; Luis Miguel Gamarra y Jonathan Lorenzo