A.D. Club de Montaña Pegaso

Cazorla. Montaña, Ferratas y Castillos

Del 19 al 21 de enero de 2024

Coordinar la primera actividad del calendario tiene sus complicaciones. No se puede abrir el apunte hasta ya empezado el año, pues el sistema va a contar si estas federado en el momento de la inscripción. Y claro, si se abre el apunte el año anterior considera la federación del año anterior y no del año de la actividad. Se avisa una y otra vez en el cartel y en la información adicional que los que estén interesados en apuntarse tramiten su licencia antes de la inscripción, pero siempre hay gente que se inscribe y luego se federa y reclama las devoluciones, con el trabajo y costes de gestión que eso conlleva. Por otro lado enero es mala fecha para encontrar hoteles en determinadas zonas, pues es cuando suelen cerrar, al ser la temporada más baja del año, o en el caso de la provincia de Jaén, pues además coincide con la temporada de aceituna. Después de llamar a 4 o 5 alojamientos por fin encuentro un hotel con capacidad suficiente y servicios de restaurante. El problema es que parte de las habitaciones disponibles son de cama de matrimonio, que solo se pueden ofrecer a parejas bien avenidas, y otras son triples que aunque se avisa en el cartel, para que quien se inscriba asuma que puede tocarle una de estas, luego no todo el mundo está dispuesto a aceptarlas. Por otro lado, esta actividad tendría otras complicaciones adicionales: hay opción de vía ferrata al comienzo de las rutas, para lo que es necesario material, seguro federativo y una inscripción y pago adicional, lo que requiere una gestión paralela a la lista de inscritos. Además el restaurante permite elegir los platos de la cena pero hay que decírselo con antelación y hay gente con intolerancias.

 

Llega el día en que se abre el apunte (1 de enero) y a los primeros minutos ya se agotaron las 32 plazas cubriéndose incluso las reservadas. Hubo que ir ampliando hasta 22 plazas adicionales. Se hace el reparto de habitaciones atendiendo a las preferencias de los inscritos intentando satisfacer a todos, pero siempre hay gente descontenta a pesar de no haber indicado preferencias. Luego, estando ya repartidas las habitaciones y las elecciones de menú enviadas al restaurante, se van produciendo algunas bajas, y hay que volver a preguntar por los menús y redistribuir, pues cuando una baja es de una persona en habitación con cama de matrimonio, la cosa se complica, y mucho.

Descripción de la actividad:

Viernes 19 de Enero

En el grupo de whatsapp creado para la actividad e van recibiendo mensajes de los coches que parten de Madrid camino de Cazorla. También se recibe un aviso de baja ese mismo día que ya es imposible cubrir. A medio día llegan los primeros y buscamos un restaurante para comer. En el menú ofrecían Rin-Ran un plato típico de Cazorla que acabamos eligiendo casi todos.


Aprovechamos las horas de luz que restaban del día para hacer una visita por las calles más típicas de Cazorla. Fuimos a la Plaza Vieja, la ermita de San Isicio, la plaza de la Corredera, (popularmente conocida como El Huevo) La Calle del Solar y sus miradores al Castillo y casco antiguo, bajando de nuevo a la Plaza de Santa María (Plaza Vieja), donde unos pocos pillaron el último pase para visitar la bóveda del Río Cerezuelo.

 

 

 

Sábado 20 de Enero

Nos citamos a las 7:45 para el desayuno, temprano, pues los que vayamos a hacer vía ferrata va a ser una jornada muy larga y ya aviso que hay que ir provisto de frontal, pues es bastante probable que se nos haga de noche antes de regresar al pueblo.

El día amanece sin lluvia pero con nieblas. Comenzamos a andar los que vamos a hacer ferrata subiendo todo el pueblo para salir por el barrio de El Solar y tomar el camino del agua hasta Nacelrío, tomamos una salida algo más corta para ganar algo de tiempo, pero antes de llegar al comienzo de la ferrata ya no alcanzan algunos de los de la ruta larga (sin ferrata), que salieron incluso antes tomando el camino del Río Cerezuelo, más largo. En el Puente de la Escaleruela nos encontramos con Jesús, el guía de Procanyoning que acompañará a tres personas que han decidido hacer la ferrata guiadas.

Entre que nos colocamos el arnés y avanzamos los primeros metros de la vía vemos pasar a todo el grupo que están haciendo la ruta larga subiendo el escarpado camino de la Escaleruela. Ya no volveríamos a encontrarlos casi hasta el final del día en la visita al Castillo de la Yedra.

El progreso de la vía ferrata transcurre sin complicaciones. Alguno nos atrevemos a hacer un pequeño tramo de nivel K5 comprobando que efectivamente es un nivel muy exigente. La niebla solo deja ver unos metros, por lo que la sensación de solo ver pared, sin apreciar la altura que vas tomando sobre el suelo, y dejar de ver a los compañeros que van por delante, resulta un tanto inquietante. Pasamos los sectores de las Chorreras y los Estratos y llegamos al Diente, una cumbre rocosa que luego hay que descender por el otro lado para continuar con la vía. Se prosigue subiendo por una pared vertical hasta finalizar en un puente tibetano y el denominado paso de la ardilla, con grapas verticalmente dispuestas que rematan las fuerzas que aún quedan.

 

Finalizada la vía, y mientras nos quitamos los arneses, y nos agrupamos, comemos algo y avisamos por la emisora que todo ha ido bien y que continuamos por la ruta larga. Llegamos  la Fuente del Tejo y tomamos un pequeño atajo para acortar el lazado de la senda que sube al Puerto del Tejo. Salimos de la niebla y agradecemos los rayos de sol y ver el cielo azul. Continuamos pasando por la Laguna de Cazorla y Los Castellones, hasta el Puerto del Gilillo. Allí paramos a comer junto a la vieja caseta hoy hundida, antes de atacar la subida al vértice geodésico.

La bajada se hace rápida, pasando por el Collado de Cagahierro, el Monasterio de Montesión y el Castillo de las 5 esquinas, llegando casi todo el grupo de los ferrateros a las 18h al Castillo de la Yedra justo a tiempo para entrar con la penúltima visita guiada.  Casi una hora más tarde, al salir de la visita, vemos las luces de dos frontales acercarse bajando por el Cerro Salvatierra. Son las dos personas que iban atrás en la ferrata y que llegan a tiempo para entrar en la última visita al Castillo.

 Da tiempo a tomar una cerveza en un bar de la plaza vieja y llegar al hotel con margen para una ducha antes de la cena acordada a las 9 de la noche.

Hay días que amanecen, como queriéndonos decir que no verán la luz, que las tierras que pisaremos no tendrán los destellos que el trabajo paciente y la inteligencia de sus gentes, escrita en sus campos, caminos, veredas, cauces, pasarelas, escaleras, apenas podrán vislumbrarse; sin embargo, a veces, contamos con la sabiduría de guías que destacan, conocen y presagian los pasos que en el breve lapso de un día nos vamos a encontrar ante nuestros ojos. Aquella frase premonitoria que la noche anterior escuchamos “habrá niebla, pero por arriba mar de nubes” (para eruditos: acumulación horizontal de estratocúmulos a baja altura que marca exactamente el nivel que alcanza el tope de la inversión térmica que acompaña a la niebla). Y así fue; sabias palabras, gracias.

Desde el hotel en Cazorla remontamos primero las calles del pueblo hasta dar con el río Cerezuelo, cauce que cruzamos varias veces por bucólicos puentes de madera. Poco a poco por senda, alcanzamos la Ermita de San Sebastián y el enclave de Nacelrio (manantial del río Cerezuelo). Ya en el sendero de la Escaleruela vemos a nuestros compañeros "ferrateros" en los primeros pasos por sus escalones. Saludos, sintonía y… a lo nuestro. La subida se hace “pina” y nos recreamos con las horas de trabajo ancestral que dibujan sus escalones tallados en muchas zonas del camino para acarreo de leña, tránsito hacia otros valles, caza y usos de una intensa vida rural.

Muy pocos escogieron la ruta más corta desde Nacelrío, por la antigua casa forestal de Riogazas y collado de Cagahierro. El resto, pasamos los farallones de Cinto Prietas, por los bojes, enebros, lavandas, pinos, carrascas… la fuente del Tejo y por senda de herradura hasta el puerto del Tejo, vemos la laguna de Cazorla y lentamente llegamos a la loma de los Castellones, puerto del Gilillo y desde aquí, subimos al pico Gilillo y a su vértice geodésico. Algunos paramos a comer algo e hidratarnos, otros comienzan regreso para completar la ruta circular prevista, volviendo por el mismo itinerario hasta el puerto del Gilillo.

Descendemos por senda de herradura pasando el collado de Cagahierro y el monasterio de Montesión, tomamos el sendero y ya, entre la densa niebla, pasamos junto al castillo de las Cinco Esquinas (algunos encuentran tiempo y buena vista para visitar sus ruinas). Bajamos la ladera del cerro Salvatierra y ahora sí, la niñez de algunos volvió a presentarse ante nuestros ojos, de nuevo, tornando la niebla en olivos, sus campos, la perfecta estampa de Jaén y también, Cazorla. Divisamos ya el castillo de la Yedra y lo visitamos, desde las 16:00, en grupos, cada hora, acompañados por una amable docente. Sin más, nos disponemos a llegar al hotel, aunque algunos compañeros encuentran hueco para la visita a los túneles del río, bajo la iglesia del pueblo.

Hacer un relato de todos los que realizamos esta opción, más intensa, es hoy difícil. Un rosario de parejas, tríos, cuartetos que, con pocas diferencias en el ritmo, fue formándose durante estas intensas horas.

Caminando entre tus pensamientos y la corta conversación que propician los encuentros, con las múltiples parejas formadas al compás de cada paso, un grupo cuajado de sentimientos comunes, de amistades intensas y variopinto, tanto, como el país y sus vetas, curtidas vetas, hoy húmedas en la sequía, entre el calabobos, su niebla y los regatos que daban a cada rincón la vida, a cada planta, cada arbusto, cada ser, lo que necesita para reverdecer. Infinito día.

Dos compañeros hicieron con sus pasos el cierre de grupo, la mejor “escoba” posible. Alternaron el recorrido con alguna motivadora conversación, con algún joven corredor de montaña en preparativos de grandes retos.

Y para despedir este día, decir que, las anécdotas del camino quedaron en efusividad viendo las cabras, ciervos, buitres… que nos acompañaron brevemente. A buen seguro que los 39 disfrutamos de esta visita tanto como lo hubieran hecho los cazorleños.

 

 

Domingo 21 de Enero

Tras el desayuno a las 8am y recoger la habitación, nos vamos acoplando en coches para acercarnos hasta el aparcamiento a la entrada de La Iruela, son apenas de 2kms de carretera pero en los que se salvan 200m de desnivel y que no tienen gran interés para hacerlos andando.

Nos adelantamos los que vamos a hacer vía ferrata, y cruzando el casco antiguo de la Iruela pasando junto la base del peñón rocoso sobre el que se levanta el castillo templario, llegamos a la Fuente de La Raja, donde parte el camino de Rechita, que últimamente, se viene llamando “senda de las ánimas”, porque tiene más tirón turístico.

Enseguida se llega a donde arranca la vía ferrata y los grupos se separan. Hoy somos dos más los que nos animamos a ponernos los arneses y trepar asegurados po el los mosquetones y el disipador. Hoy no hay niebla y durante toda la subida podeos disfrutar de las vistas hacia el Castillo de la Iruela y La campiña olivarera.

 

 

 

En poco más de dos horas completamos la vía, y tras agruparnos continuamos el recorrido, pero esta vez de la ruta corta, ya que para la larga habría que retroceder casi hasta el principio de la ruta.Pasamos por la vieja casa forestal de Praorredondo, y por la senda que va hacia el Piuertodel Tejo alcanzamos el punto donde hay que desviarse a la derecha hacia el Niño Sin Brazos y La Peña de Los Halcones. Aquí encontramos a algunos compañeros que vienen de hacer la ruta larga y juntos nos asomamos al filo de la Peña contemplando el pueblo a vista de pájaro.

Tras un rato contemplando las vistas e identificando desde arriba algunos lugares del pueblo emprendemos el descenso hacia la Ermita de la Virgen de la Cabeza y La Iruela cerrando la circular.

Afortunadamente hay un bar abierto, La Garita donde podemos despedirnos con unas cervezas. A pesar de todas las complicaciones para sacar adelante esta actividad, gracias a la buena voluntad de la mayoría de los asistentes, todo ha salido redondo. Montaña, Ferratas y Castillos en una misma actividad de fin de semana.

Mi agradecimiento a todos los asistentes y especialmente a Pepe Zapata por su ofrecimiento a escribir parte de la memoria.

Texto: José Luis Sanz Zapata y Luis Cano

Coordinador: Luis Cano