A.D. Grupo de Montaña Pegaso

                BTT. Valle de Iruelas – El Castañar del Tiemblo. Otoño en las estribaciones de Gredos.

26 y 27 de octubre de 2019

La actividad de este fin de semana espléndido, contemplaba cierta complejidad en su organización, no sólo por el número de participantes, sino por la estructura y opciones de la misma. Para garantizar el disfrute de mayor número de ciclistas se facilitaron 3 opciones de asistencia: sólo sábado, sólo domingo y asistencia a los dos días de actividad con pernocta en Hotel Don Burguillo la noche del sábado 26.

El total de participantes fue de 34 personas. De todos ellos, 12 elegimos la opción de dos días con alojamiento. Asistentes a ruta del sábado: 20 personas. Asistentes a la ruta del domingo: 21 personas.

Del total de 34 participantes, 23 fueron hombres y 11 mujeres. Total porcentaje de participación femenina: 32,35%.

Disfrutamos de un alojamiento en el Hotel Don Burguillo correcto, sin incidencias, con habitaciones acogedoras con vistas a la sierra y al Embalse del Burguillo.

Sábado, 26 de octubre. 

El Barraco (Restaurante El Descanso)- Navaluenga – El Barraco - 20 participantes

Llegamos al punto de inicio de la ruta Restaurante el Descanso a las 9:15 h., en coches particulares. Previamente a la salida y a la espera de agruparnos, nos tomamos un cafecito en el Restaurante. Día radiante, soleado, con temperaturas 8 grados de mínima y 18º de máxima.

Recorremos 46,17 km. Comenzamos por carretera, extremando la precaución para luego continuar por pista de tierra y sendero bordeando la cara norte del Embalse del Burguillo. El embalse tiene poco agua y deja al descubierto rocas de gran volumen, lisas y muy redondeadas. Es un paisaje muy particular y sorprendente. Muy diferente del que disfrutaríamos el domingo.

La mayoría del recorrido es fácilmente practicable por pista de tierra, con terreno bastante compactado por la lluvia caída días atrás. En determinados momentos del recorrido la pista da paso a sendas sinuosas. También pudimos disfrutar de algunas trialeras, que no tenían demasiada dificultad, aunque alguna requirió bajarse de la bici o apoyar el pie.

   

Hacemos parada en el bonito pueblo de Navaluenga, para comer y beber algo y hacernos una foto en la particular “Playa de Navaluenga” y su puente románico.

A petición de Esther G, improvisamos una visita a una quesería que ella conocía, en las afueras del pueblo de El Barraco: “La Quesería de Elvira”, donde nos hacen una estupenda degustación de quesos de autor y vino. Momento risas y brindis. Compramos algún queso. La parada mereció la pena, realmente.

Finalizada la deliciosa y divertida degustación, tres personas deciden dejar la ruta bajo su responsabilidad, al tener otras actividades previstas esa misma tarde.

Tras la visita a la quesería se nos despierta el hambre (no en vano son aproximadamente las tres de la tarde) y decidimos comer en El Barraco unos bocadillos. Un compañero generoso decide compartir el queso que compró…exquisito. La tortilla de patata del bar una maravilla. La parada dura apenas 40 minutos y decidimos seguir avanzando con la tripilla llena.

En la zona del Alto de Santa Polonia nos llevamos la sorpresa de la presencia de cientos y cientos de abrojos…se producen pinchazos múltiples… es todo un espectáculo contemplar las ruedas atravesadas por todo un rosario de abrojos. Afortunadamente hay cámaras de repuesto, kit de pinchazos, bombas de inflar, compañeros y compañeras habilidosas y aunque la parada se dilata más de media hora al ser bastantes las bicis afectadas, solventamos la situación con humor y camaradería.

A lo largo del recorrido no se produce ningún otro incidente, ni caída. Si bien abandonó la ruta a mitad del recorrido una persona por no encontrarse físicamente bien. Retrocedió hasta Navaluenga y consiguió desplazamiento hasta el Restaurante de inicio que es también punto final de la ruta.

Y una vez en Restaurante decidimos tomarnos allí unas cervecitas y unas tapitas y brindar junto con la compañera que nos esperaba, por una estupenda jornada de bici, despidiéndonos de los compañeros y las compañeras que acudieron para disfrutar exclusivamente de la actividad del sábado.

Pero el día no acaba aquí….nos esperan más aventuras…después de ducharnos y ponernos nuestras mejores galas, nos fuimos a cenar al famoso Restaurante Casa Mariano, en el Tiemblo. Allí degustamos el delicioso chuletón de ternera Ávila, cochifrito, cordero…vamos que no nos dejamos nada por probar, y celebramos el cumpleaños de Juan Carlos con un suflé de helado riquísimo (especialidad de la casa).

    

 Y tras la cena, continuamos actividad y nos vamos a un bar cercano donde echamos un rato agradable de risas con la actuación de un monologuista.

Tras la actuación varias personas decidieron ir más allá y continuar la actividad nocturna con bailoteo en el mismo pueblo… Pegasos polivalentes e imparables, entregados y entregadas a cualquier plan…. Aquí la coordinadora se retiró a dormir, por lo que no puedo facilitar más detalles.

Domingo, 27 de octubre.

Valle de Iruelas – Casillas – El Castañar – El Tiemblo – Hotel Rural El Burguillo

Iniciamos la ruta en bici desde el Hotel Don Burguillo.

Este día se unirán a nosotros compañeros y compañeras de otro grupo ciclista “Los Serrano” a iniciativa de su promotor Carlos C. Quien también estuvo presente un mes antes en la salida Federada de Pegaso en su opción ciclista por invitación del vocal Raúl.

Muchas Gracias por vuestra compañía a los y las ciclistas de Los Serrano y gracias Carlos por tu ánimo de unir personas con la misma afición. Concretamente somos 8 las personas que participamos en la ruta de este día y que compartimos actividad con este otro estupendo grupo ciclista.

Una vez pasada lista y comprobada la presencia de todas las personas apuntadas a la actividad, comenzamos a pedalear alrededor de las 9:50. La temperatura es de 9º, fresquito pero sin aire y alcanzaremos los 18º. Día algo nublado al inicio aunque fue despejando a lo largo del día.

Recorremos curiosamente la misma distancia que el día anterior: 46,17 kms.

Desnivel acumulado: 1.250 m.

La ruta finaliza sobre las 17:00, aproximadamente.

 

Pinos y encinas nos acompañarán a lo largo del ascenso por el frondoso Valle de Iruelas. El arroyo Iruelas se dejará ver en algunos tramos.

Accedemos al mirador de la Casa de la Reserva Natural del Valle donde disfrutamos de las vistas y hacemos fotos y en unos metros más adelante comenzaremos por la pista de la izquierda, nuestra ascensión al Collado.

Los primeros kilómetros no tienen perdida, ascendemos por una pista de tierra bastante ancha, cada uno a su ritmo, pues tenemos subida constante con un desnivel de 1.000 metros hasta el collado (10% al 15%). Parece mentira pero vamos avanzando con menos sufrimiento de lo imaginado al ser un terreno cómodo, compactado.

A falta de 1km para llegar al collado un compañero reabre el episodio de pinchazos. Este nuevo pinchazo es realmente provocado por los restos de abrojos clavados en las cubiertas en la ruta del día anterior. Afortunadamente lleva cámara de repuesto. Avisamos al resto del grupo de la incidencia.

Reagrupamos en el collado, donde nos reponemos del esfuerzo realizado bebiendo, comiendo, haciendo fotos y comentando “la subida”...

Tras indicaciones alertando de la debida prudencia y adopción de precauciones en la vertiginosa bajada que tenemos a continuación, reanudamos excursión. Aunque la pista es ancha y en buen estado hay que prestar atención a algunas curvas cerradas y la presencia de piedras sueltas que pueden desviar nuestra trayectoria.

Tras la bajada llegamos hasta el pueblo de Casillas, donde volvemos a reagrupar y hacer fotos desde el estupendo mirador. Antes de la llegada al pueblo hemos tenido ocasión de avistar los primeros espléndidos castaños.

Y nos volvemos a poner en marcha para afrontar otros aproximadamente 400 metros de desnivel, comenzando por la famosa rampa de 25% antes de salir del pueblo. Este trayecto se hace duro debido al esfuerzo inicial de la subida y el acumulado del día anterior. El trazado y el paisaje se modifica y comenzamos a rodar por senda. El entorno es espectacular y nos da fuerzas y ánimo para seguir pedaleando.

En las proximidades a la entrada de El Castañar otro compañero pincha, y aunque va provisto de varias cámaras todas revientan en el momento de ser infladas a pesar de haberlas comprado no hacía mucho tiempo. Estábamos viviendo un episodio de no poderse creer. Ya os diremos dónde compro las cámaras por privado… Otro compañero le hace entrega de otra cámara y afortunadamente logra inflarla sin más sustos.

Se produce la caída aparatosa de otro ciclista que aunque dolorido por el impacto en varias partes del cuerpo, logró reponerse sin mayores dificultades en días posteriores.

Y llegamos a las inmediaciones de El Castañar y es entonces cuando comenzamos a disfrutar a pleno pulmón, con los ojos y sentidos bien abiertos de un bosque frondoso, luminiscente, senda…delicioso. También es un terreno más juguetón, más dificultad técnica: piedras, ramas, terreno roto y raíces. A todo ello se le une más adelante la presencia de personas, adultos, niños y perros.

Se hace la advertencia a través de las emisoras de extremar la precaución y aminorar sustancialmente la velocidad para evitar atropellos a transeúntes.

Vamos camino de visitar a “El Abuelo”, el castaño más antiguo de El Castañar pero previamente a ello, según vamos agrupándonos en la zona previa, nos sorprende un espectáculo muy particular: algunos de nuestros compañeros posando cual modelos de revista, con dos chicas en traje de novia…estos chicos no pierden ocasión…. Fue un momento muy especial y bonito, sobre todo cuando caímos en la cuenta de que eran dos chicas las que llevaban el traje de novia y no había novio alguno a la vista…novios no…pero pretendientes 5 al menos. Viva por el Amor en cualquiera de sus manifestaciones.

Nos reagrupamos en “El Abuelo”. Momento de fotos y relajación.

A continuación salimos de El Castañar con muy buen sabor de boca, realmente se hace corto. El paisaje de los próximos kilómetros es mucho más abierto con panorámicas excelentes y una pista muy rodadora y en muy buenas condiciones. Ahora todo es pinar.

Llegamos al Tiemblo y pasamos el control sin que nos digan nada. Son alrededor de las 16:30. Nuestro miedo era a que nos cobraran los famosos 3 euros en algún tramo del recorrido, pero esa iniciativa de la nueva Alcaldesa parece ser bastante inviable y sólo se realiza si se inicia la ruta en El Tiemblo y a primeras horas de la mañana (para evitar el control comenzamos a pie de presa 4 km más allá y en dirección opuesta).

Los últimos 4 km hasta regreso al hotel (donde tenemos los coches) son en llano y por carretera, en esos momentos sin vehículos ni en un sentido ni en otro. Realmente se nos hacen pesados, las piernas no dan para mucho más….y por fin…20 minutos más tarde llegamos a pie de coches y decidimos rematar la jornada como debe ser: con unas cañas y por qué no decirlo, con unos bocatas gigantes en el Restaurante El Descanso (punto de inicio de la ruta del día anterior) que se encontraba a pocos kilómetros.

Prueba superada sin incidentes ni accidentes. Todas y todos satisfechas/os.

 AGRADECIMIENTOS

 A mi hermano David, por su compañía y compartir generosamente sus conocimientos durante el reconocimiento de la zona.

 Gracias a David A. M. por facilitarme con toda agilidad los mapas y gráficas de altimetrías y pendientes para la elaboración de la Información Adicional.

 A Ana P, Julián, Toni O. por acompañarme en el reconocimiento previo de la ruta del sábado.

A Mikel, Jorge G, Raúl M y Juan Carlos por ayudarme a coordinar con las emisoras a toda la tropa. Gracias por el apoyo que se necesitaba realmente, por estar tan atentos al grupo y por la asistencia técnica con los pinchazos de todo el grupo.

A Carlos C. por su ánimo de disfrutar de esta salida desde el primer momento, aportación de información de la zona y hacer extensiva la actividad a su grupo “Los Serrano”.

Y Mención Especial y toda mi admiración a Beatriz L, por animarse a participar de una ruta dura, a pesar de haberse examinado de una oposición el día anterior y a Josín por lanzarse a esta aventura desde Alicante.

Gracias a todas y todos las asistentes por hacer las cosas fáciles, por vuestro buen talante. Fueron dos días estupendos en los que todo acompañó a disfrutar, como en todas las salidas que hacemos con el Club. Bienvenidas las nuevas incorporaciones.

Frase en una pared del bar en el que pasamos unas risas el sábado noche. Claramente para nuestro grupo :)

Coordinadora: Maribel Olmos Hervás