Por fin, a las 8:30 a.m. llega el último coche, hemos tardado dos horas y media para estar todos disponibles para la ruta, todos los participantes están de buen humor, pero para futuras ascensiones a la Pica no se puede salir desde el Refugio Gall Ferrer.
Como teníamos alerta por tormentas, y el tiempo justo, se dicide no subir por la ruta más larga, y hacerlo por los estanques de Sotllo y d’Estas.
Empezamos la ruta con una ligera y agradable lluvia, y a buen ritmo, ya que la ruta es larga, el grupo va dividido en dos, y vamos disfrutando de los paisajes, ya que el camino está muy bien señalizado y es fácil de seguir.
No nos encontramos con mucha gente, la mala previsión meteorológica, y la alerta amarilla por tormentas ha influido en que poca gente se atreva a subir a la Pica. Según avanzamos se empieza a cubrir el cielo.
Hay varios neveros durante el camino pero se pueden evitar con facilidad.
Cuando al último grupo nos quedan como 100 metros de desnivel para coronar, empieza la tormenta, es cuando vemos bajar a nuestros compañeros a toda velocidad gritando “¡¡¡¡TORMENTA ELECTRICA, ESTAN CAYENDO RAYOS!!!!” ¡¡¡NO SUBÁIS!!!, ¡qué manera de correr!, si les ve Fer le ficha para el equipo de carreras por montaña. Y es cuando el cielo se abre y empieza a diluviar, en unos segundos empiezan a bajar arroyos montaña abajo, y los rayos caen en la cumbre. Es espectacular como se ha transformado la montaña, y ver los rayos caer, así que siguiendo las advertencias de nuestros compañeros, damos media vuelta y emprendemos el descenso rápidamente.
Afortunadamente lo más violento de la tormenta termina, y agrupados empezamos el descenso con tranquilidad, volvemos a dividirnos en dos grupos.
La lluvia nos acompaña con fuerza la parte final del descenso, y cuando llegamos al refugio Val Ferrera, los encargados nos comentan que puede llegar a cortarse la carretera por el río, y efectivamente el río a crecido de forma espectacular y amenaza con desbordarse, aunque ha dejado de llover. Así que emprendemos la caravana de regreso lo más pronto posible.
Otra vez la larga pista y el tráfico de coches que suben, hacen que en algunos momentos se pasen apuros ya que cuesta que se crucen dos vehículos, por no haber espacio. En el punto más crítico, cuando parecía del todo imposible, que pasasen dos coches, una de nuestras socias salió a dirigir el tráfico y al grito de “¡Vamos que pasa un camión!” logro el milagro y pudimos seguir la marcha.
Felicitar a nuestros conductores que demostraron pericia, paciencia y valor para llevarnos de vuelta al refugio.
Llegamos al nuestro refugio y ya secos, comentamos las anécdotas del día, que ha sido intenso y espectacular, un socio que se estrena con nosotros me pregunta “¿Es normal que no paréis a comer?”…. , bueno, le explico que ha sido por que la ruta era larga, y por el tiempo, que en algunas rutas si se para a comer.
Domingo Pica Lo Cobil y Pica La Maniga. El domingo solo iniciamos la ruta diez participantes, la dureza del día anterior, las ganas de volver pronto a Madrid y la falta de picos puntuables influyeron en que fuésemos pocos los “domingueros”.
Lástima porque se perdieron una ruta espectacular, tras una dura subida por el bosque llegamos a una cuerda con unas vistas espectaculares, donde podemos ver montañas como Monteixo, Certascan, Comapedrosa…
Al ser tan pocos subimos agrupados, y a ritmo tranquilo, ya que el buen día invitan a disfrutar de la ruta de forma sosegada.
Y así llegamos al refugio Gal Fer, donde la mayoría disfrutamos de una comida típica de la zona a base de carnes a la brasa.
Agradecer a Marc, el encargado del refugio Gal Fer, por el excelente trato que nos dio, nos sentimos como en casa.
Antonio
