Cotiella

Para ascender al Ibón desde Plan hay que seguir el PR-H-87 que sale desde las piscinas rodeando el pueblo y cruzando el río. Una vez sobrepasado el primer aparcamiento, se puede seguir un poco más por una pista que no está en muy buen estado, pero que pudimos pasar bien con los coches, para, tras 3 o 4 km. Llegar al cruce donde el sendero PR empieza a ascender. En ese punto nosotros dejamos los coches, ahorrándonos así esos kms de pista ancha. La subida tiene un desnivel considerable, ya que en 7 u 8 km se supera casi un km de desnivel, aunque tiene bastante vegetación y es muy agradable a la vista. Tras pasar dos veces el curso del río, alcanzamos el cruce con el GR que conduce a la izquierda a los ibones de Plan, y a la derecha al refugio de Lavasar, desde el resto de compañeros habían iniciado la ruta.

Junto al Ibón de Plan

 

 

El grupo que comenzó desde el refugio de Lavasar  fue  en coche al pueblo de Saravillo, que es desde donde empieza la pista, y donde se sitúa una maquina automática que vende tiquetes por 3 euros (un cartel indica que este dinero se destina al mantenimiento). Recorrer la pista en coche hasta el refugio lleva cerca de 45 minutos, y en general está en un estado aceptable, pero los coches con ejes bajos deben tener especial cuidado de no golpear en ninguna piedra. En el refugio existe una explanada suficiente como para aparcar alrededor 15 vehículos.

Desde la parte trasera del refugio se inicia el camino hacía el Ibón de Plan o de Basa de la Mora (1.900m), que se alcanzó en unos 20 minutos. Como consecuencia del tiempo empleado en el desplazamiento los dos grupos coincidieron en el camino que asciende desde el Ibón. 

Alcanzando hacia   el primer collado

 

 

Desde el Ibón, que se encontraba con un nivel de agua muy bajo, el camino asciende por una canal de grava muy pendiente  que lleva directamente a un collado a 2.556m. Desde allí el camino gira al oeste sin perder altura hasta alcanzar un segundo collado, al que subimos después de trepar por una grieta (a la vuelta vimos que no era necesario, ya que desde el mismo collado surge un sendero que hace innecesario la trepada).

 

Una vez alcanzado este segundo collado, el camino desciende unos 100m y   después de atravesar un paisaje kárstico, con abundancia de simas, se alcanza la Colladeta (2.700m) desde donde solo queda ascender la última ladera de la montaña hasta alcanzar la cumbre del Cotiella (2.900m).

En todo momento los grupos que se formaban en la ascensión, así como las dos personas que se quedaron abajo estaban comunicados por las  emisoras que transportábamos, aportando este hecho un extra de seguridad en la actividad.  

 

Avanzando por el paisaje kárstico

El descenso también se llevó a cabo sin incidencias, cada uno al ritmo que le resultaba más cómodo, formándose nuevamente dos grandes grupos y estando comunicados entre sí por las emisoras.  Se repitió el camino de la ida, hasta alcanzar el primero de los collados mencionados. En ese punto, en vez de bajar al Ibón de Plan nos dirigimos por una canal de grava que deja a la derecha los picos de Puntons Royo y la Peña de la Una, hasta alcanzar un pequeño bosque. Desde allí se puede tomar una senda que conduce en un punto de la pista que sube al refugio de Lavasar donde habíamos dejado los vehículos. El único incidente destacable fue el retraso de un grupo de cuatro personas que se equivocó en el bosque, lo que les obligó a ascender de nuevo.

 

Valle de bajada hacia la pista

 

 

 

 

Creo que a la mayoría nos resultó bastante dura la ruta debido a la inmensa zona de pedrera que se atraviesa, no obstante, el comentario general era que los paisajes eran especiales, no en vano este lugar ha sido desde antaño considerado como un lugar de magia y de leyendas.

Una vez en el albergue disfrutamos de una copiosa cena que no pudimos regar con demasiado vino, debido a la escasa previsión del dueño del albergue, y de una sobremesa amenizada con algunos cantes de guitarra. 

 

 

 

 

 

Domingo 22 de Septiembre de 2013. Al día siguiente parte de los integrantes del grupo se dirigieron a ascender el pico denominado Punta Llerga que domina el pueblo de Saravillo. El sendero de ascensión  se inicia en el Collado de Santa Isabel, al que se llega tomando un desvío de la pista del día anterior, por lo que debimos abonar el mismo “peaje” de 3 €. El estado de la pista es semejante al del refugio de Lavasar, aunque en este caso el recorrido es más corto. Desde el Collado, donde se encuentra un refugio-ermita, se inicia una senda muy clara, al principio atraviesa un pequeño bosque, pero poco a poco se empieza a ver todo el valle del pueblo de Saravillo, atravesando también una pedrera, pero mucho más pequeña que la del día anterior. El sendero termina en una amplia meseta que forma la cumbre, desde la que surgen las cimas de Punta Beltrín y la propia cima de Punta Llerga (2.240m). Después de comer algo y hacer las correspondientes fotos de rigor el grupo bajó al collado para tomar los coches y después bajar al pueblo de Saravillo. Allí tuvimos la mala idea de parar a tomar algo en el único bar que se encontraba abierto, donde fuimos víctimas de un atraco en la forma de un plato combinado por 13 €. Este hecho, junto con unos quesos  estropeados que habían vendido a un participante unos años, hace que Saravillo se convierta en un lugar al que contemplamos con prevención.

Subiendo a Punta Llerga (collado de Santa Isabel al fondo)

 

 

 

   

 

 

 

 

 

 

 

La participación de los socios del Grupo de Montaña Pegaso en esta actividad fue de 28 socios, 22 de ellos federados y 6 no federados, a los que se les hizo el correspondiente seguro de accidentes para la actividad.

 

(Fotos de José Antonio F.)

 

Fernando Calderón de la Barca