Cordales 2019
Cordal I. Caminos de Ayllón
27 de enero de 2019
No podíamos esperar que un día de enero se mostrase tan benevolente con nosotros. Durante días estuvimos pendientes de la cota de nieve, que si crampones sí, que si crampones no…Al final amaneció un fresco y despejado día, ideal para andar. A la postre, menos viento del esperado y, cómo no, sol, mucho sol.
Colmenar de la Sierra es un pueblo, de los que tienen poca gente, una iglesia y un bar que sólo se abren en verano y rodeados de pastos y vacas, muy cerca de un incipiente río Jarama con un bosque mediterráneo tupido y frondoso.
El inicio de ruta supuso un constante ascenso, nada duro, hasta un collado que, dado el día, invitaba a parar, mirar el paisaje y retirarte algo de ropa. El frío no sería una de nuestras compañeras ese día. La constante bajada hasta el puente sobre el Jaramillo, afluente del Jarama, fue el descenso a una profunda garganta con la continuación de nuestro camino al otro lado en una ascensión empinada y zigzagueante. Desde esta subida se observaba bien la llamada “Muralla China”, que en realidad es la carretera GU-194, cuyos quitamiedos parecen las almenas de una muralla.
Una vez superada la fuerte ascensión llegamos a una zona llana de prados, próximos a Roblecasas, donde descansamos, ya orientados a Matallana, con el Ocejón a la vista. La monótona travesía hasta Matallana por la pista se venía acompañada por unas altas jaras que en primavera daría mucho color y con la vista del omnipresente Ocejón. Antes de desviarnos al puente de Talamanca, teníamos a nuestra izquierda el desvío a las Cascadas del Aljibe, donde la mayoría de los senderistas se desviaron para observar esta maravilla de la naturaleza. La continuación del puente de Matallana fue una fuerte ascensión, donde recibimos la noticia de nuestras avanzadas que iban a ascender al pico San Cristóbal que una montería se estaba celebrando en la zona del Cuchillar del Asomante.
Por precaución decidimos agruparnos para pasar esa zona, donde tenemos que agradecer que los propios cazadores tomasen precauciones y aviso a compañeros de montería de nuestra presencia. Aun así, tuvimos oportunidad de disfrutar de las vistas, con alguna fotografía, de toda la garganta sobre el río Jarama. Descendimos, una vez pasada la montería, hacia el puente de Matallana y ascendemos, ya con las fuerzas algo más justas, hasta alcanzar la llanura en los extrarradios de Colmenar de la Sierra.
Lamentablemente en Colmenar no pudimos disfrutar de las tradicionales cervezas, pero varios de nuestros compañeros echaron mano de los manzanos de los alrededores y disfrutaron de esas pequeñas y jugosas manzanas que crecen libremente en Colmenar.
Lo único que lamentamos (aparte de no tener bar) fue que 15 de nuestros compañeros fuesen baja ‘in extremis’; hubieran disfrutado de un bonito día de campo.
Coordinador: Toni.