Ascensión al Pico Aneto

1 de Julio de 2006


DATOS TECNICOS:

Desnivel: 1.300 metros (Desde la Renclusa) + 250 m. (Desde La Besurta)

Dificultad: Fácil, salvo la fuerte pendiente y el mítico Paso de Mahoma

Horario de subida: unas 5 horas

Longitud: 5.5 km.

 

   

   

Esta era la segunda vez que subía al Aneto. No tenia la misma inquietud que la primera, pero la presencia de Rosa y de mi hija, Patricia, me provocaba una especial ilusión.

De entrada tengo que recomendar a todos aquellos que quieran hacer el Aneto que eviten la maldita pedrera de los Portillones. La primera vez que subí al pico fue a últimos de Mayo del año 2001 y la nieve cubría prácticamente todo el recorrido, con lo que nos pusimos los crampones y a subir sin más pegas que una buena cuesta.

 

Con las primeras luces iniciamos la subida, abajo se puede apreciar el Refugio de la Renclusa.

 

Los bloques de piedras dificultan mucho el camino.

 

La segunda fue a primeros de Julio de este año 2006 y la nieve apenas la hemos visto a excepción de algún nevero; y la verdad la pedrera de la subida hace que sea mucho más desagradable el camino. Hasta el glaciar fue más pesado e incluso peligroso, ya que pudimos ver grietas y andar por el hielo.

 

Mas piedras ………

 

Alicia, Tania, Santos, Patricia y Borja. Abajo el ibon de la Renclusa y al fondo el Portillón de Benasque.

 

Pero volvamos al inicio. El grupo de montaña Pegaso preparó esta salida debido a la cantidad de gente que tenía empeño en el techo de los Pirineos, tras el éxito del año pasado en la subida al Monte Perdido.

El grupo, compuesto por unas 50 personas, se dividió en dos. Unos pocos subieron por la zona de Ballibierna y el collado Coronas, y la mayoría lo hicimos por la Renclusa y el glaciar. Al final nos unimos arriba.

 

.. y más piedras …

 

… entre piedra y piedra un ligero descanso para recuperar fuerzas.

 

Mi hija, Patricia, iluminada por los rayos del sol

 

El camino de subida no tiene perdida, piedras para arriba con la cresta de los Postillones a la izquierda.

 

El grupo numeroso, para subir debimos llegar a Benasque y después de atravesar este bello pueblo continuamos con el coche hasta los llanos del Hospital, donde cogimos una autobús hasta la Besurta, ya que el transito de coches esta prohibido a partir de julio. El autobús cuesta 3,80 euros ida y vuelta. Nosotros tuvimos que espabilar ya que salimos de Madrid a las 15 horas y el último autobús sale de los Llanos a las 21,15 horas.

En la Besurta iniciamos el camino cruzando el puente por donde discurre un arroyo y seguimos el valle adelante pero pronto empieza a girar a la derecha en dirección a los Portillones que podemos ver a nuestra derecha y que mañana deberemos subir.

 

Entre tanta piedra algún nevero nos alegra el camino.

 

Por fin hemos llegado al Portillon Superior. Una foto con el Aneto y el Glaciar al fondo.

 

Una vez superado los Portillones seguimos camino del Glaciar.

 

Con el Aneto de fondo, Javier y su hijo Noe, Patricia y Borja.

 

Un descanso antes del Glaciar ….

 

Y por fin el Glaciar ….

 

La senda va subiendo en zig-zag hacia el refugio de la Renclusa que mirando con detenimiento se puede ver el tejado de pizarra desde abajo. En 35 minutos estamos arriba. La Besurta se encuentra en los 1.890 m. y la Renclusa en los 2.140 m. Es decir nos hemos quitado unos 250 metros hasta los 3.404 del Aneto.

El refugio de la Renclusa, uno de los más concurridos de los Pirineos, me sorprendió gratamente, ya que aunque sigue en obras, no tiene nada que ver con el que vi en el 2001 y hoy cuenta con unos dormitorios y servicios bastante buenos.

A las 5.30 horas nos levantamos y el Refugio ya era un hervidero de montañeros que se preparaban y desayunaban para iniciar la subida al pico más alto de los Pirineos.

 

Rosa cruzando el Glaciar del Aneto

 

Al lado del Collado de Coronas, solo nos queda los 200 metros de la última subida.

 

Subiendo la pala final del Aneto…

 

Nos cruzamos con Juanbe y Manolo que ya bajaban…

 

Por fin en el Aneto, solo queda atravesar el Paso de Mahoma

 

Cuando llegamos, Javier (de rojo) atravesaba el Paso de Mahoma.

 

A las 6,30 horas comenzamos la ascensión.

No hay calentamiento que valga, la subida es inmediata, el camino en zig-zag comienza a ganar altura y nos mete de lleno en la pedrera. Aquí la senda desaparece y seguimos los hitos ya que debemos ir saltando de piedra en piedra. Aunque el camino no esta muy marcado, es evidente y siempre hacia arriba y pegados a la cresta de los Portillones que se encuentran a nuestra izquierda

Nuestro ritmo es un poco lento, ya que algunos miembros tienen una cierta inseguridad moviéndose en este tipo de terreno pero pronto alcanzamos el Portillon Inferior (2.761 m.), un paso natural entre la agreste cresta que baja de los Maladetas.

Continuamos subiendo por los grandes bloques de piedras y rápidamente llegamos al Portillón Superior (2.908 m). Aquí nos encontramos con Concha y Pedro que nos están esperando ya que habían salido un poco antes.

 

Alicia, Pedro y Borja en el Paso de Mahoma…

 

Paco al final del Paso de Mahoma..

 

Paco , Borja Abilio, Pedro y Alicia en la cima del Aneto.

 

Abilio, Pedro y Paco en el Aneto (3.404 metros)

 

Mi hija, Patricia en el Aneto. Detrás Abilio y Concha.

 

Desde el Aneto se puede ver la cresta que va al Pico de Coronas.

 

Después de unos frutos secos y la foto de rigor, ya que en este punto es cuando se ve por primera vez el Aneto y el glaciar, además del pico Coronas y el pico del Medio, y por supuesto la larga hilera de montañeros camino del Aneto, bajamos por una estrecha y corta canal que da acceso al otro lado de la cresta que nos ha acompañado todo el rato a nuestra izquierda y seguimos el claro sendero marcado camino del glaciar.

Todavía nos quedan por cruzar algunos grandes bloques de piedra alternados por algunos neveros que por lo menos nos hace más entretenido y llevadero el camino. Al final llegamos al glaciar, y nos vemos obligados a ponernos los crampones, ya que ha quedado al descubierto el hielo y alguna que otra grieta, pero lo cruzamos sin mayores problemas que el cansancio que empieza a hacer mella en el grupo. Pronto alcanzamos el collado Coronas (3.196 m). Solo nos queda el fuerte repecho que supone superar los poco más de 200 metros de desnivel pero que a más de uno cuando mira para arriba le decaen las ya mermadas fuerzas.

 

Algunos de los miembros del Grupo de Pegaso que nos juntamos en la cima del Aneto,

 

Y ya de regreso para abajo. En el Glaciar, al lado del Collado de Coronas. Las nubes nos empiezan a amenazar.

 

Abilio en el Glaciar, al lado del Collado de Coronas.

 

Un aspecto del glaciar. Y la amenaza de las nubes se cierne sobre nosotros. Nos espera una buena…

 

Bajando por las piedras del Portillón. Ya han pasado sobre nuestras cabezas las tormentas, con rayos, truenos y granizo. Ha sido toda una experiencia..

 

Alegres tras el susto de las tormentas ….

 

En este repecho es cuando ya empezamos a encontrarnos algunos de nuestro grupo que ya vuelven del Aneto (JuanBe, Manolo, Carlos…). Al fin llegamos al paso de Mahoma, donde algunos de nuestro grupo se quedan ya que no quieren pasarlo y unos cuantos después de descansar un rato nos ponemos a pasarlo, después de quitarnos los crampones.

Aquí tengo que decir que la primera vez que lo pase (2001) me dio un cierto "yuyu" y este año lo he pasado con mucha tranquilidad y además he podido observarlo detenidamente, cosa que la primera vez no lo hice. La experiencia de estos años me ha dado cierta tranquilidad y seguridad en estos pasos.

Este nombre Paso de Mahoma- se debe al francés Albert Franqueville, que al describir la primera subida al Aneto en 1842 decía: “El puente de Mahoma es la única vía que se nos ofrece para llegar al final”.

Según el Corán, para alcanzar la gloria los hombres pasarán por un puente más fino que un cabello y más afilado que el corte de una espada. Aunque da una idea, la realidad no es para tanto y se cruza bien con un poco de cuidado.

 

Un padre orgulloso de la subida de su hija al Aneto…

 

Y finalmente en la puerta de la Escuela de Montaña de Benasque.

 

Fotos y más fotos. Con Rosa, con mi hija Patricia, con el grupo que estamos arriba, ya que muchos de nuestro grupo se han bajado. Y finalmente para abajo.

La bajada fue más complicada y lenta de lo que esperábamos. Unas tormentas que no habíamos invitado quisieron unirse a nosotros y poco después de cruzar el glaciar las fuerzas de la naturaleza, a traves de granizo, rayos y truenos, nos obligaron a buscar refugio debajo de unas piedras después de apartar a un lado todos los crampones, piolets y bastones, para evitar la atracción de los rayos. Después de aguantar un rato el paso de la tormenta nos volvemos a incorporar a la marcha, pero no habíamos andado cien metros y una segunda tormenta nos obliga a volver a ocultarnos. Después de perder cerca de una hora el tiempo empieza a abrir y podemos bajar sin mayores percances. La bajada la hicimos por el Portillon Inferior, lo que fue un acierto ya que nos hizo ganar tiempo, y aunque la bajada era bastante vertical y delicada por la lluvia pronto conseguimos alcanzar el refugio de la Renclusa.

Paco Toledo.