La actividad se realizó el domingo 24 de mayo según el itinerario previsto entre la urbanización de Zarzalejo-Estación y la Ermita de la Virgen de Gracia en el Bosque de La Herrería próximo a la localidad de San Lorenzo del Escorial.
Esta actividad ha estado organizada conjuntamente por el Club Alpino Piedrafita y el Grupo de Montaña Pegaso, que hicieron 
un diseño de la marcha pensado para que pudiera ser realizado sin grandes dificultades por los niños y por aquellos adultos acompañantes que están poco habituados a estas actividades. Se eligió un itinerario de no mucha longitud y de dificultad fácil que transcurría por sendas con pendientes suaves a través de matorral, rocas y bosque.
El día lo comenzamos pendientes del cielo, que amenazaba con cumplir la previsión meteorológica de un 65% de probabilidad de precipitaciones y lamentábamos que esta actividad pudiera verse empañada por la climatología, así que con los chubasqueros en la mochila realizamos el desplazamiento en los autocares, según los dos itinerarios previstos, hasta el lugar donde teníamos previsto iniciar la marcha. Durante el trayecto en autocar se les repartieron a los chavales zumos y chocolatinas. Cuando llegamos al punto de partida el cielo se estaba despejando y el sol nos daba la bienvenida, quedando una mañana muy agradable para caminar.
La marcha se inició por una empinada calle que sale por la derecha de la plaza (1.000 m) donde nos dejaran los autocares, al final de la calle giramos a la izquierda por otra calle que nos conduciría, saliendo de la urbanización, hasta una senda estrecha y sinuosa que transcurría por una ladera de monte bajo en continuo ascenso y rodeando la Machota Baja, que puso a todo el grupo en fila india. Transcurridos aproximadamente 50 minutos llegamos a una zona de pradera donde hay una fuente y donde conectábamos con la senda GR-10, señalizada con marcas de pintura roja y blanca y que en breve nos llevó hasta el collado de Entrecabezas (1.273 m) donde volvimos a reagruparnos todo el grupo. Desde este collado se dio la opción de que quienes quisieran podían hacer la ascensión a la Machota Baja (1.404 m) y los que no quisieran tendrían que esperar, alrededor de 45 minutos, a que bajasen los que si optaron por subir para luego proseguir la marcha todos juntos.
Los que optaron por ascender a la Machota Baja, fueron la mayoría, tomaron la senda que sale a la derecha y que está 
marcada con hitos de piedras. Por esta senda que transcurre hacia arriba tuvimos que desenvolvernos entre un laberinto de piedras y tuvimos que sortear grandes moles graníticas de gran similitud a La Pedriza. Ya en la cumbre, esta nos ofrecía unas estupendas vistas desde su vértice geodésico, donde se encuentra un buzón que guarda el diario y en el que no pocos chavales dejaron impresas sus sensaciones. El regreso al collado lo realizamos por el mismo recorrido.
Todos juntos iniciamos la bajada por una visible senda, con de GR y por donde la escorrentía ha dejado sus huellas erosionando el terreno, hasta encontrarnos de frente con un muro de piedras que tuvimos que pasar, de uno en uno, a través de una puerta giratoria. El camino giró a la izquierda y transitando por una zona más plana, guiados por las marcas de pintura (GR) llegamos hasta otro muro de piedra que saltamos por un tramo donde se encontraba derruido. Inmediatamente el camino giró a la derecha y nos adentramos en el Bosque de la Herrería, un bosque de robles bastante frondoso y de gran valor ecológico, siguiendo un sendero que va serpenteando y sorteando algunas piedras a través del bosque.
En los puntos donde se planteaba algún tipo de duda para seguir el sendero se apostaba un miembro de la organización para dar las indicaciones necesarias y evitar alguna posible equivocación. Más adelante llegamos hasta una zona de grandes bloques de piedra donde se practica alguna modalidad de escalada. Al poco llegamos a la Silla de Felipe II (1.060 m) desde donde pudimos contemplar unas esplendidas vistas. A la derecha de la silla continuamos bajando por el sendero GR hasta el entorno de la Ermita de la Virgen de Gracia (960 m) donde nos obsequiaron con unos refrescos y dispusimos de tiempo para comer, jugar, corretear y finalmente se procedió a la entrega y sorteo de obsequios para todos los niños y chavales que habían participado en la marcha.
Al poco de finalizar la entrega de obsequios el cielo, que había mostrado sol durante toda la mañana, empezó a oscurecerse amenazando lluvia en cualquier momento. Esta se produjo justo cuando subíamos a los autocares para el regreso.
En esta actividad participaron un total de 127 personas de las cuales 48 fueron niños y 48 no federados a los que se les hizo el correspondiente seguro de accidentes.
